El tequeño se integró a los Tiburones tras cumplir su sueño de jugar en Grandes Ligas
Miguel Rojas fue recibido el pasado fin de semana con un sonoro aplauso cuando su nombre fue anunciado como parte de alineación titular de los Tiburones der La Guaira en el estadio Universitario. Fue un merecido reconocimiento para el tequeño, ahora que el versátil jugador estrena el estatus de figura en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional tras debutar en las mayores en 2014. “Tarde o temprano, el trabajo duro siempre da frutos. Estoy muy feliz con lo que ha pasado en los últimos dos años de mi carrera”, dijo Rojas, que comenzó su carrera en la LVBP en la campaña 2009-2010. “Gracias a Dios, pude llegar a las Grandes Ligas, algo con lo que siempre había soñado”.
Luego de siete temporadas en el sistema de granjas de los Rojos de Cincinnati, Rojas firmó un contrato como agente libre en 2013 con los Dodgers de Los Ángeles, organización que le invitó a los entrenamientos de primavera y le dio la oportunidad de ganarse un puesto. El tequeño incluso viajó a la serie inaugural en Sídney, Australia. Luego lo enviaron de vuelta a las menores, pero en junio regresó al equipo grande y se quedó hasta la Serie Divisional de la Liga Nacional.
“Lo más importante fue la experiencia que adquirí de quienes tienen años en las mayores. Adaptarme a las rutinas, saber cómo comportarme tanto dentro como fuera del terreno. Es lo mejor que me ha pasado. Además de los playoffs, que fue una experiencia inigualable”, señaló Rojas. El mirandino de 25 años de edad atesora esos recuerdos, pero desea dejar las bambalinas de la gran carpa guardadas hasta el próximo año. No quiere distraerse de los objetivos que en este momento le ocupan.
“Todavía queda mucho por hacer y demostrar. Ahora mismo estoy enfocado en ayudar a los Tiburones en lo que pueda”, enfatizó Rojas. “Cada quien pone su granito de arena para ganar los juegos. De mi parte sólo puedo inyectar la energía con la que juego”. Y está cumpliendo con su palabra en el terreno de juego. En los tres primeros encuentros en los que participó, hizo buen contacto y consiguió cuatro hits en 11 turnos, con un doble y dos carreras remolcadas.
“Antes había bateado en un par de juegos en la Liga Paralela, así que no estaba perdido en el plato. Hasta ahora las cosas están saliendo bien”, señaló el infielder. Rojas ligó .311 en la 2010-2011, pero desde entonces no ha podido igualar ese registro. Sus habilidades son otras. No es un bateador de promedio. Pero asegura que su estadía en las mayores le cambió la visión que tenía del arte de empuñar el madero.