El obispo de Los Teques, monseñor Freddy Fuenmayor, se pronunció sobre la situación que atraviesa actualmente el país, asegurando que la misma es “extremadamente crítica”.
Señaló que en la 107ª asamblea ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), los presentes coincidieron en el hecho de que se ha agravado la escasez de alimentos y medicinas, al punto de que cada día son más las personas que deben buscar su sustento en la basura.
Indicaron que se ha deteriorado el sistema de salud pública y que la cantidad de niños que padecen desnutrición es mayor, mientras que la inflación ha llegado a niveles exorbitantes, por lo que se ve afectado el poder adquisitivo.
También hablaron sobre el aumento de los índices de inseguridad y el mal funcionamiento de los servicios públicos. “Se dibuja un oscuro panorama que se agrava cada día que pasa porque no se ponen correctivos a los males y porque la causa que los genera avanza como una tenaza que se va cerrando, con sus secuelas opresivas y destructoras”.
Rechazo al abuso de poder
Fuenmayor comentó que los obispos también se pronunciaron en relación con las trabas al proceso de revocatorio del mandato del Presidente de la República, así como a los recientes hechos ocurridos por minimizar las atribuciones constitucionales a la Asamblea Nacional.
“La ola de represión y persecución política que se ha desatado en los últimos días lesiona gravemente el ejercicio de la institucionalidad democrática. Solo en regímenes totalitarios se desconoce la autonomía de los poderes públicos y se impide la libre manifestación de la ciudadanía”.
Lamentó que por estas acciones la gente haya salido a las calles a protestar y que sea reprimida por las fuerzas de seguridad del Estado, a tal punto que terminen en focos violentos y personas fallecidas.
“En los Altos Mirandinos tenemos que lamentar la muerte de un joven manifestante y un militar, a cuyos familiares hacemos llegar nuestras sentidas condolencias y nuestro acompañamiento en el sentimiento y en la oración, para que el Señor les fortalezca en estos momentos dolorosos; solidaridad que extendemos a las familias de otros lugares de Venezuela que han perdido a un ser querido, consecuencia de la innecesaria violencia. En el nombre de Dios, ¡ningún otro venezolano debería morir!”.
Pidió a las autoridades respetar el derecho a manifestar, evitar el uso excesivo de la fuerza y controlar a los grupos armados. A la oposición le solicitó mantenerse alejada de los focos de violencia.
En cuanto al proceso de diálogo, negó que exista una división entre la opinión del papa Francisco y los obispos venezolanos. “Ambas partes consideramos útil este proceso, siempre y cuando se cumplan las condiciones que lo hagan eficaz”.
Por último, hizo un llamado a los representantes religiosos de las comunidades a incluir en sus actividades las peticiones por la paz en el país./ac/HL
