El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente el atentado suicida registrado ayer en Galkayo, en el centro de Somalia, que dejó 30 muertos y 21 heridos, y espera que los responsables sean llevados ante la Justicia.
Guterres expresó su más sentido pésame y condolencias a las familias de las víctimas, a tiempo que deseó una pronta recuperación a los heridos, señaló en un comunicado su portavoz, Stéphane Dujarric.
El ataque ocurrió el viernes cuando un hombre que usaba un chaleco de explosivos se hizo estallar frente al estadio Abdullahi Isse poco antes de que el primer ministro somalí, Mohamed Hussein Roble, y el presidente de la región de Mudug, Ahmed Abdi Kariye, se reunieran en un mitin de bienvenida. El atentado, se lo atribuyó el grupo yihadista somalí Al Shabab, dijo Unión Radio.