En el segundo día del papa Francisco en Colombia se reunió con el presidente Santos en la Casa Nariño. Al comienzo del acto un niño le entregó una bandera de Venezuela al representante de la Iglesia Católica.
En la ceremonia encendieron la llama de la eternidad como símbolo de reconciliación, esperanza y paz. En su primer discurso pidió a los colombianos que huyan de la venganza e incitó la paz. “La búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto, una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos”, puntualizó.
Además recomendó “poner la mirada en todos aquellos que hoy son excluidos y marginados por la sociedad, aquellos que no cuentan para la mayoría y son postergados y arrinconados”.
““Están presentes en mis oraciones, rezo por el presente y por el futuro de Colombia”, así concluyó su discurso.