Con solo dos sillas de ruedas, que no aguantan mucho peso, deben trabajar los camilleros, quienes en muchas oportunidades tienen que llevar a los pacientes en brazos hasta el área de emergencias. Los usuarios también se quejan del mal trato de las enfermeras

Los más de 10 camilleros que laboran en el Victorino Santaella deben trasladar a los pacientes que llegan a la emergencia en las únicas dos sillas de ruedas con que cuentan, y que de paso no aguantan mucho peso, puesto que no hay camillas. Así lo informa uno de los trabajadores, que prefirió no identificarse, y detalla que la situación tiene alrededor de seis meses. “En casos extremos nos hemos visto en la necesidad de usar las que están dentro de las ambulancias o incluso cargar a los afectados hasta el cubículo asignado”. Añade que las camas del área se encuentran en pésimas condiciones. “La mayoría no tiene ni una sábana”

Usuarios se quejan del servicio

“Es inconcebibleque tenga que comprar toallas clínicas, gasas y guantes para que puedan realizarle el curetaje a mi hermana que perdió a su bebé”, denuncia Ángela Rodríguez, quien revela que la atención de las enfermeras deja mucho que desear. “Son pedantes y groseras con los pacientes y familiares”.   Natasha Suárez concuerda con Rodríguez y relata que el viernes en el servicio de pediatría la doctora de guardia tenía que subir y bajar constantemente en busca de una enfermera que la ayudara.

Embarazadas sufren las de Caín

Las embarazadas que acuden al Santaella pasan roncha por la falta de neonatólogos y anestesiólogos. Como se recordará, a mediados de la semana se apostaban en las afueras de las instalaciones a la espera de que algún especialista las chequeara./Andreina Ochoa .- /ac