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“No pensamos en nada, sólo en salvar sus vidas”

Jogan saltron Reconocimiento

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Agentes de Polimiranda relatan su experiencia en el rescate de un grupo de jóvenes

“No pensé en nada, sólo en salvar la vida de las muchachas”, es la frase que repiten una y otra vez los funcionarios Jogan Saltrón, Brayan Garai y Oswaldo Hueck cuando se les pregunta por lo ocurrido el viernes 01 de marzo en la laguna artificial del parque Simón Bolívar, ubicado en el municipio Sucre del estado Miranda.

Y así fue, Saltrón, Garai y Hueck arriesgaron sus vidas para rescatar a dos jóvenes hermanas, de 15 y 13 años, quienes cayeron accidentalmente en la laguna cuando compartían con un grupo de amigos durante el asueto de Carnaval.

Eran la una y media más o menos – relata Saltrón- estábamos haciendo el recorrido por el puente Independencia cuando escuchamos los gritos desesperados de las personas pidiendo auxilio. Salimos corriendo, fue una respuesta automática al ver a las chicas en el agua; no evaluamos los riesgos, solo corrimos y saltamos también.

El primero en lanzarse fue Brayan, joven de 23 años, quien tiene apenas tres meses en las filas de la Policía de Miranda: “Yo ví a las chicas en el agua y lo único que pensé fue en sacarlas; yo tengo formación con los Bomberos y Protección Civil y por eso mi primera reacción fue lanzarme con todo y mi equipo. Mi objetivo era rescatar primero a la de 15 años y luego a la de 13”.

Brayan se arrojó al agua y logró llegar hasta las chicas pero el peso del chaleco antibalas y el desespero de las menores de edad que lo vieron como tabla de salvación, hicieron que comenzara a hundirse en el agua contaminada.

En ese instante Oswaldo también se lanza sin medir las consecuencias, al punto de que perdió su teléfono celular y su equipo de transmisión ante la urgencia del momento: “Vi como se hundía mi compañero junto con las chicas y me tiré al agua, debía sacarlos de ahí; logré llegar al punto pero el chaleco antibalas se me llenó de agua y me hizo más pesado, por lo que mis acciones se hicieron cada vez más lentas”.

Jogan, el más antiguo del equipo, se apoyó en la pericia y experiencia de 14 años dentro del Iapem y logró llegar al lugar: “Yo me fuí desarmando en el camino, iba tirando mis implementos mientras corría y también me lancé al agua; afortunadamente, los tres reaccionamos rápido y logramos salvar a las muchachas y nuestras vidas”.

En medio de aplausos y vítores por parte de las personas que presenciaron el rescate, los agentes sacaron a las chicas del agua y les dieron reanimación cardiopulmonar, ya que presentaban asfixia producto de la inmersión. En la orilla, funcionarios de Protección Civil esperaban a los oficiales para apoyarlos en su tarea.

Las jóvenes fueron trasladadas hacia la sede de PC ubicada en la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda, donde fueron examinadas. En ningún momento los efectivos policiales se separaron de las menores de edad: Estaban en shock –cuenta Saltrón- no decían nada. Las acompañamos hasta que llegó la mamá que no paró de llorar y darnos las gracias.

Ser policía: Opción de vida

“Corrimos muchos riesgos, de verdad que no pensamos en los riesgos”, señalan.

A las horas del rescate, Brayan comenzó con malestar estomacal y a vomitar sangre, por lo que fue enviado al Hospital Ana Francisca Pérez de León II: “En ese momento pensé en mi hija de un año, en qué hubiese pasado si las cosas hubiesen salido mal, ahí fue cuando pensé en lo que realmente había pasado”.

Los tres efectivos corrieron la misma suerte: infección estomacal que ameritó tratamiento. “Al llegar a mi casa y contarle a mi esposa ella se puso a llorar y me preguntó por qué no pensé en ellos antes de arriesgar mi vida, pero es cosa de que nosotros ya sabemos que salimos pero no sabemos si regresamos, eso es ser policía”, relata Jogan.

Oswaldo interrumpe y comenta: “Ese es nuestro trabajo, muchas veces arriesgamos nuestras vidas por otras personas, eso es ser policía”.

Saltrón relata que no es la primera vez que le toca actuar en un salvamento, gracias a la preparación que ha recibido dentro de la Policía de Miranda.

“No imaginé nunca salvar la vida de una persona porque no es nuestra rama de acción, nosotros combatimos delitos pero sin embargo pudimos afrontar la situación gracias al entrenamiento que nosotros tenemos y gracias a nuestra vocación, yo amo ser policía”, sostiene Hueck.

Satisfacción por el deber cumplido

-¿Qué sintieron en ese momento?

-Adrenalina pura, no pensamos. Después, satisfacción por el deber cumplido, responde Saltrón. No es lo mismo entrar a una barriada a capturar a un delincuente o enfrentarse a una banda que lanzarse a una laguna a rescatar a unas adolescentes, dice Hueck.

-Pero en todos esos casos están salvando vidas, de una u otra manera…

– Si, pero no es lo mismo – insistieron- nosotros estamos preparados para enfrentar cualquier situación, pero de verdad que es diferente. La gran mayoría de nosotros sale a la calle a combatir la delincuencia pero nunca nos imaginamos que podemos encontrarnos con situaciones como ésta, que ameritan de toda nuestra habilidad.

Un nuevo funcionario policial

Tras la experiencia vivida, Saltrón, Hueck y Garai aseguran sentirse orgullosos de pertenecer a las filas del Iapem e invitan a sus compañeros y a los jóvenes que aspiran ingresar al cuerpo de seguridad para que tributen hacia la nueva visión del funcionario policial.

“El policía debe ser polifacético debe saber un poquito de todo porque no sabemos lo que podemos encontrarnos en la calle en el día a día, cuando salimos a patrullar; en este caso nos tocó salvar una vida en un lago, pero no sabemos qué otra situación se nos puede presentar en el transcurso de la vida”, comentó Saltrón.

Por su parte, Brayan les da un consejo a sus compañeros: “Cuando hagan una cosa no lo hagan solo por hacerlo y ya, pongan interés y empeño para que logren lo que se proponen”.

Hueck, cierra destacando el honor que siente por pertenecer al organismo de seguridad: “La policía de Miranda como su eslogan lo dice, te enseña valor y justica sin importar las circunstancias en las que estés; aquí  crecemos tanto como persona y como funcionario porque todos los días aprendemos algo nuevo”./BS.

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