Hasta no hace mucho tiempo se tenía el entendido que el sedentarismo reduce la capacidad cognitiva al aumentar el riesgo de arteriosclerosis cerebral y el riesgo de demencia.
Luego de un estudio realizado investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (Estados Unidos) se descubrió que por causa de no realizar ejercicios en edad media el celebro ya reduciendo su tamaño al inicio de los 50 años de edad.
“Nuestros resultados muestran una correlación directa entre la baja forma física y el volumen del cerebro al cabo de unas décadas, lo que indica la presencia de un envejecimiento cerebral acelerado”, explica Nicole Spartano, quien es directora de este estudio publicado en la revista Neurology.
“comparadas frente a aquellas en mejor forma y ante la realización de ejercicio de baja intensidad, las personas con baja forma física suelen tener una presión sanguínea más alta y una frecuencia cardiaca mayor”, señala la directora Spartano.
Cabe destacar que los autores señalan que su estudio no prueba directamente que una baja forma física o falta de ejercicio ocasione una pérdida del volumen cerebral. “Solo demuestra la existencia de una asociación”.