Fue a finales de mayo cuando se desplomó una caminería a la entrada del sector Cabezas de León, en Santa Rosa.
Días después una cuadrilla de la Alcaldía de Guaicaipuro visitó a la familia que resultó directamente golpeada por este suceso para ayudarles con la recolección de los escombros que dejó el derrumbe.
No obstante, Miriam Oropeza, afectada aseguró este domingo a Avance: “Cada vez que llueve, la casa de mi abuela se llena de agua, no solo es agua pluvial sino también la que sale de la cañería que se fracturó cuando se cayó la escalera. A estas alturas no ha venido el equipo de Serviguaicaipuro a embaular esas aguas servidas. Estamos agradecidos por el apoyo que nos brindaron aquella vez. Pero todavía queda tela que cortar”.
Detalló que acudió a la sede del organismo, donde le informaron que el requerimiento debía realizarlo Luis Morales, jefe de la junta comunal de Cabeza de León.
“Lo hemos abordado en varias oportunidades, sin obtener resultados, todo el tiempo es una excusa. El desespero nos lleva a recurrir de nuevo a la prensa, no soportamos estar inundados todo el tiempo; esa agua tan cochina nos invade”. /MS/rp