Con el Domingo de Ramos, los católicos le dan la bienvenida a la Semana Santa. Este día es importante para muchos feligreses debido a que fue la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén, para dar comienzo a su Pasión y Muerte en la cruz.
El día es conocido con este nombre, porque las ramas de olivo fueron puestas en el camino de Jesús cuando ingresó montado en un asno.
A tempranas horas de la mañana, muchos fieles se encontraban en la iglesia de El Carmen, participando en misas y cantos, y a las 10:00 am, la plaza Miranda sirvió como espacio de unión y encuentro para que el padre les diera la bendición a las palmas.
Entre tanto, en la Catedral se estaba efectuando una misa, a la que también asistió mucha gente para bendecir sus ramos. Fue una ceremonia emotiva donde los sentimientos estaban a flor de piel y las plegarias se hacían con mucha fuerza.
Invitación a la reflexión
Monseñor Freddy Fuenmayor declaró al diario Avance que “ante la situación que estamos viviendo, lo mejor que podemos desear en esta Semana Santa es que los cristianos asistan masivamente a los templos, escuchen la palabra de Dios como lo dice el papa Francisco, y que eso transforme las vidas de cada uno y los haga mejores”.
“También se hace una invitación a la reflexión, comenzando por los que tienen en sus manos el poder, para que se respeten las normas de una verdadera democracia, para los que protestan lo hagan siempre de una forma pacífica, que no haya violencia y se eviten los saqueos”.
De igual forma, pidió que haya respeto en las instituciones democráticas. “Eso la Conferencia Episcopal lo ha planteado y tiene relación con algunas entidades públicas. Lo mejor es que se llegue a un acuerdo nacional, donde todos los venezolanos puedan libremente expresarse y participar”.
“Además, es bueno que se le meta el ojo a la economía porque estamos muy mal, hay mucha hambre, no hay alimentos, las medicinas, la atención en los hospitales no puede ser peor, todas esas cosas hay que enfrentarlas y debe comenzar por las personas que tienen el poder. En resumen, queremos que estos días sean de una profunda renovación espiritual, personal, familiar, de la sociedad y de nuestra patria”.
Sostuvo que “estamos comenzando la semana y ha asistido bastante gente, por lo general a la Misa de Ramos vienen muchos. Espero que siga así y haya participación masiva, esto les va a hacer muy bien espiritualmente”.
Resaltó que el mensaje final es de paz, reconciliación y progreso, “que avancemos, y que todos los venezolanos trabajemos para que se pueda construir un país mejor”.
Las plegarias son por Venezuela
Esperanza, devoción y mucha fe era lo que mostraban quienes estaban afuera de la iglesia. En el caso de Pastor Colina, uno de los feligreses, expresó que “mis oraciones son para que Venezuela cambie, porque nos encontramos en un caos tanto familiar, religioso, como gubernamental, y necesitamos que este país sea el que siempre hemos tenido”.
“Mantengo la esperanza de que cambie en cualquier momento, porque necesitamos unión; sin duda alguna esta división nos tiene mal. Por otra parte, siempre venimos a las rutas de Semana Santa, los miércoles a la procesión del Nazareno, los viernes a la procesión del Santo Sepulcro que se hace en la catedral. Esto lo hacemos por devoción y para dar gracias”.
Ana Palencia dijo que “siempre he asistido a la iglesia y este día me acerco para que el padre bendiga las palmas. Todos los años lo hago por devoción, y voy a la procesión del Nazareno por una promesa, por la salud de mi hija que tiene una enfermedad renal desde los dos años y poco a poco la ha ido superando”.
Resaltó que su deseo más grande es la paz de Venezuela. “Quiero que todo se arregle, quiero ver a mi país como siempre ha sido”.
Vicenta Ramayo contó que “todos los años vengo a bendecir las palmas, en esta oportunidad en especial voy a pedir que haya paz y salud, y que Venezuela vuelva a hacer el mismo bello país que conocemos y amamos”.
Homenajearon a palmeros de San Pedro
Desde hace más de 150 años, los sampedreños suben a lo más alto del Parque Nacional Macarao a buscar las palmas para el Domingo de Ramos. Son aproximadamente 2.098 metros sobre el nivel del mar los que tienen que subir para luego hacer la tradicional bajada.
El sábado, luego de que los niños, mujeres y demás palmeros llegaron hasta la plazoleta del templo de la comunidad, fueron recibidos por los vecinos y el párroco, quien les dio la bendición.
Además, representantes de la Alcaldía de Carrizal les hicieron entrega de una placa de reconocimiento a todos, por su noble labor y por trabajar desde hace más de 100 años en mantener vivas las tradiciones mirandinas./ac/YR/Fotógrafa: Alejandra Ávila