Lejos de apaciguar las aguas en vísperas de la asamblea nacional constituyente (ANC), la visita a Venezuela de José Luis Rodríguez Zapatero, ex jefe de gobierno de España, levanta suspicacias dentro de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)…
Dirigentes de distintos partidos políticos coincidieron en que la presencia del ex mandatario en el país solo será beneficiosa en caso de que sus gestiones ayuden a frenar la ANC y facilitar que el presidente de la República abandone el poder.
“La única negociación que aceptaremos es la salida de Maduro lo más pronto posible”, dijo María Corina Machado, coordinadora de Vente Venezuela, en declaraciones a El Nacional Web.
La dirigente no ocultó su desconfianza en torno a Rodríguez Zapatero, pues recordó el precedente que sentó a finales de 2016 cuando arribó a Caracas para instalar una mesa de diálogo entre el gobierno y la oposición, que en ese entonces suspendió una marcha con destino al Palacio de Miraflores y con el paso de las semanas perdió la posibilidad de celebrar un referendo revocatorio, iniciativa retrasada y finalmente frenada por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
A juicio de Machado, el ex mandatario español, con el que no ha tenido contacto directo, tiene intenciones de reeditar aquella hazaña. “Vino con un plan de salvamento de última hora, de terapia intensiva y se equivoca si cree que va a tranzar nuestra lucha a cambio de suspender la ANC”, agregó.
El que sí pudo sentarse personalmente a conversar con Rodríguez Zapatero fue Leopoldo López, coordinador nacional de Voluntad Popular (VP), quien lo recibió en su casa, donde cumple arresto domiciliario tras pasar más de tres años recluido en la cárcel militar de Ramo Verde.
Aunque López no pudo revelar directamente los temas que se tocaron en la reunión, Juan Andrés Mejía, diputado a la Asamblea Nacional y dirigente de VP, advirtió que sus expectativas, de entrada, no son buenas.
“Esperanza no genera. Ya estuvo aquí en 2016 y no logró nada. No estamos dispuestos a dialogar para mantener la crisis como pasó el año pasado”, expresó.
Y más allá de los objetivos que pudiera guardarse Rodríguez Zapatero bajo la manga, Mitzy Capriles, esposa de Antonio Ledezma, alcalde mayor de Caracas que también está sometido a casa por cárcel, publicó un petitorio con cuatro condiciones: velar por la separación e independencia de los Poderes Públicos, incluyendo la AN y el nuevo Tribunal Supremo de Justicia.
Además exigió la liberación de presos políticos, la apertura de un canal humanitario y la celebración de elecciones generales para escoger a un nuevo presidente.
Dispuestos a negociar
Si bien la MUD dejó claro que desconfía de Rodríguez Zapatero, le dejaron las puertas abiertas para establecer una instancia de negociación que tenga como finalidad un cambio de gobierno en 2017.
“Cualquier tipo de acuerdo o negociación en búsqueda de una solución para esta crisis pasa por la salida de Nicolás Maduro”, indicó Andrés Velásquez, miembro de La Causa R.
No descartó la posibilidad de instaurar un gobierno de transición sin la presencia del actual mandatario, pero aseveró que este tipo de pactos no pueden darse de espaldas a la gente.
Machado, por su parte, agregó que tales conversaciones tendrían que incluir entre sus objetivos hacer justicia con los más de 100 fallecidos, 15.000 heridos y 4.500 detenidos que han dejado las manifestaciones que estallaron contra Maduro a comienzos de abril.
“El sacrificio de personas como Miguel Castillo y Neomar Lander no puede ser en vano”, remarcó.
Voluntad Popular, por su parte, estaría dispuesto a participar con algunas condiciones. “Estamos interesados en negociar la salida del régimen: ¿Cómo puede ocurrir?”, recomendó.
Una crisis ¿sin salida?
Más allá de la visita de Rodríguez Zapatero, las distintas vertientes de la MUD se niegan a frenar sus protestas de calle contra Maduro. Por lo contrario, pretenden intensificarlas mientras más se acerque la ANC, que el gobierno se niega a suspender a como dé lugar.
“Llueva, truene o relampaguee, la constituyente va”, advierte Maduro cada vez que tiene oportunidad de posar ante cámaras y micrófonos de medios del Estado, más aún cuando de una cadena de radio y televisión se trata.
A contraparte, en la acera de enfrente ni siquiera descartan marchar hacia Miraflores (como no lo hicieron en 2016) si finalmente se instala la ANC, como ya previó Henrique Capriles, gobernador de Miranda.
Y en medio, la lista de fallecidos, heridos y detenidos no deja de crecer, en un país en el que ninguna de las partes (propuestas aparte) avizoran una salida.
Fuente: EL Nacional