“Es imposible estar cerca de la emergencia del hospital, porque el mal olor que proviene del basurero que se encuentra regado a unos cuantos metros es inaguantable. Uno tiene que apartarse hacia la parte del Jardín Terapéutico para poder respirar bien”, así lo denuncia Marcos García, quien agrega que es lamentable que al lado de un centro de salud, que debería regirse por los principios de salubridad y bioseguridad, se encuentre una montaña gigantesca de desperdicios.Indica que no hay mayor contaminante que la basura y más aún si se trata de desperdicios quirúrgicos o provenientes del recinto hospitalario. “Acá por lo que se ve ni siquiera se han dignado a separar la basura. Que no lo hagan, representa un peligro no solo para la colectividad, sino también para los mismos jóvenes que se encargan de la recolección”.
Recientemente el director del HVS habría anunciado que se prevé iniciar con la clasificación de los desechos, pero hasta la fecha, ni ha pasado el aseo por el hospital, ni mucho menos han dispuesto de depósitos especiales para separar los desechos comunes de los clínicos./GB
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