El líder del partido liberal Ciudadanos, Albert Rivera, aseguró ayer que su grupo está abierto a votar favorablemente la reelección de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España, pero condicionó su apoyo a seis reformas en materia de regeneración democrática y contra la corrupción.
Junto con estas medidas, Rivera también exigió a Rajoy que fije fecha y hora para la sesión de investidura, algo que el presidente del Gobierno rehuye desde que aceptó el encargo de Felipe VI para tratar de formar Gobierno, según informó Efe.
Si finalmente Ciudadanos apoyara a Rajoy, éste contaría con 169 votos a favor (32 liberales y 137 de los conservadores), lo que le dejaría a menos de una decena de votos del quórum parlamentario necesario para ser reelegido.
Un alto dirigente conservador, Javier Maroto, aseguró ayer que Rajoy está dispuesto a ofrecer todo al líder liberal para conseguir que haya un gobierno en España lo antes posible.
También la limitación de mandatos a ocho años; la transparencia, según la cual ha de crearse una comisión de investigación sobre la presunta financiación irregular del PP y finalmente la eliminación de los aforamientos.
Esta figura legislativa, que tienen una serie de cargos electos en España como diputados y senadores, conlleva que, en el caso de ser juzgados, solo pueda hacerlo el Tribunal Supremo y no una instancia de inferior nivel.
“Los partidos tenemos que dejar de pensar en los partidos para pensar en España”, señaló hoy Rivera en su comparecencia en el Congreso, donde mañana está previsto que se reúna por segunda vez con Rajoy.
El líder de Ciudadanos, uno de los dos partidos emergentes que acabó con el bipartidismo con su entrada en el Congreso, advirtió hoy de que un apoyo a Rajoy en su investidura no implica un acuerdo de Gobierno y que posteriormente negociarán una a una todas las iniciativas parlamentarias.
El cambio de actitud expresado por los liberales es un giro respecto a su actitud de los últimos meses, en los que han reiterado en numerosas ocasiones que no apoyarían la reelección de Rajoy por su vinculación con casos de corrupción en la última legislatura.
Aumenta también la presión sobre el Partido Socialista (PSOE, 85 diputados), a quien el PP y Ciudadanos piden su abstención para desbloquear la situación política, aunque los socialistas reitera que no cambiarán el sentido de su voto negativo y piden respeto.