27/04/15.- Las lluvias son las principales causantes de los deslizamientos de tierra, por esta razón en las comunidades se construyen muros de contención para evitar que las casas cedan. Sin embargo, muchas veces estos trabajos no son suficientes ante los embates de la naturaleza. Una realidad que afecta a quienes han edificado sus viviendas en espacios no aptos o con materiales que no son los más idóneos.

Tras las recientes precipitaciones, los vecinos de Buenos Aires muestran preocupación, especialmente 18 familias de la parte alta de la comunidad, quienes están en espera de que se ejecute el plan Sustitución Rancho por Casa; dos de ellas habitan en edificaciones que amenazan con desplomarse.

El viernes se registraron fuertes lluvias en la capital mirandina, lo cual ocasionó la caída del muro que resguardaba una vivienda, produciendo que la estructura se fracturara y esté a punto de ceder. Allí habita Evangelista Morales, una abuela que comparte su hogar con sus familiares, y que desde hace cuatro años espera que le construyan una nueva casa. La afectada manifestó que las autoridades responsables supervisaron el lugar, pero los trabajos no han dado inicio.

Por otro lado, se encuentra el caso de Johanna Espinoza, cuya vivienda está en alto riesgo debido a la filtración de las aguas. “Estoy preocupada por la situación porque corremos peligro si esto no se resuelve pronto”. Agregó que ya tiene varios años esperando que los entes encargados solucionen este problema, pero al parecer hacen caso omiso de los llamados.

En el recorrido se pudo apreciar una casa pequeña donde habitan varias familias en hacinamiento, la mayoría de los ocupantes tiene problemas de salud y requiere un espacio más grande para vivir. Los residentes expresaron que se han anotado en las listas de los proyectos habitacionales; sin embargo, aún no obtienen respuesta alguna.

Ante estas irregularidades, Carmen Escalona, comunal de Mujeres Luchadoras, ha estado haciendo seguimiento de estos casos e informó que hoy entregarán informes y fotografías ante la Alcaldía, para que de manera inmediata se tomen acciones a fin de garantizar la seguridad de estos ciudadanos.

La vocera también supervisa un censo que realizan estudiantes de Derecho para así proceder a tener en lista a quienes requieren su título de propiedad, dándole prioridad a los adultos mayores, individuos con discapacidad y propietarios de viviendas en alto riesgo.

El agua llega de a poquito

Los habitantes también manifestaron que tienen problemas con el suministro de agua, puesto que la misma llega cada tres días y en la madrugada. “Con toda la cantidad de viviendas, especialmente las que tienen tanques, el líquido no llega con fuerza y apenas se pueden llenar un poquito los pipotes”, indicó un vecino que prefirió mantenerse en el anonimato.

También hicieron saber que en innumerables oportunidades se ha solicitado el apoyo de Hidrocapital, pero las cuadrillas brillan por su ausencia en la zona.

Callejones como boca de lobo

El alumbrado público se suma a la lista de fallas existentes en el sector. Los lugareños explicaron que para tener luz en las calles colocan bombillos en la parte externa de las viviendas. “Corpoelec tampoco ha venido a inspeccionar los postes, necesitamos soluciones”, puntualizaron los vecinos.

Los cráteres se comen la vía principal

Las calles de la localidad se encuentran minadas de troneras que imposibilitan el tránsito vehicular. “Los taxistas ya no se quieren meter por acá debido a que los huecos generan muchos daños en sus vehículos”, apuntó Escalona, quien añadió que es necesario rellenar y asfaltar la vialidad con urgencia.

Comunales con las pilas puestas

Escalona manifestó que ya los recursos de Barrio Tricolor para la remodelación de la cancha están aprobados, únicamente falta que los mismos se entreguen para convocar a los jóvenes de la comunidad para que inicien los trabajos. Entre estos resaltan pintura de la estructura, cercado, cambios en el alumbrado y reemplazo de aros de básquet. “Planteamos que sean los miembros del sector los que participen en esta labor, para crearles sentido de pertenencia”.

Igualmente, expresó su agradecimiento tanto a Barrio Tricolor como a la Gobernación de Miranda por los aportes que han realizado en la recuperación de la escuela de la comunidad. “Falta que se entregue la segunda parte de los recursos para concluir los trabajos que hacen falta, pero estamos realmente complacidos con la cooperación”.

Poniendo las cosas claras

Para mantener la armonía entre los residentes del sector, el sábado se realizó una reunión para establecer normas de convivencia, entre las que se encuentran evitar escuchar música en alto volumen y en horarios de descanso; a quienes tienen mascotas se les solicitó que recogieran los excrementos que estas dejaran en las calles, a fin de tener caminerías libres de los mismos. “Se trata de mantener la comunidad en orden, nosotros mismos tenemos que cuidar y tratar con amor el lugar donde vivimos”.

Por: Herlis Domínguez / Foto: Karinés Sabino