Los centros de belleza se han visto afectados por la reducción de presupuesto mensual con el que cuentan los ciudadanos, por ello, cada vez son menos personas las que acceden con regularidad a peluquerías.
“Hay dos grandes realidades, la gente viene cada vez menos a las peluquerías y cada vez hay más competencia. Muchos prefieren capacitarse o hacerse cambios de estilo sin experiencia desde sus hogares, existe un riesgo porque no cuentan con los conocimientos de un profesional, pero la verdad es que son muy pocos los que pueden costear este gasto de forma mensual o semanal”, explicó Maritza Pérez, peluquera.
Resaltó que “cuando estamos en temporada vienen más personas, pero igualmente no es lo mismo que antes. Navidad, Carnaval, graduaciones, Semana Santa y los cumpleaños son sinónimo de bonanza para nosotros, pero el resto del año es otra historia”.
Muchos ciudadanos han optado por realizar desde depilaciones, manicura y pedicura, hasta cambios como mechas y balayage en sus casas ante los bajos recursos para mantener la apariencia física con los que cuentan. /DB/at








