Con un precioso vestido blanco con lazos azules que desafiaba el viento desde su falda estructurada, Penélope Cruz fue hoy la reina de la alfombra roja de Cannes en la noche de Pedro Almodóvar y su “Dolor y Gloria”, una película que ha sido recibida con pasión y tibieza a partes iguales.
En los primeros pases del filme para la prensa, hubo una recepción mixta. Fuertes risas en algunas escenas y aplausos al final, pero con opiniones divergentes.
Algunos periodistas apuntan a que hay que conocer mucho el mundo de Almodóvar para disfrutar plenamente de la película y otros aseguran que esperaban más, aunque todos están de acuerdo en la gran interpretación de Antonio Banderas.
Pero en el pase de gala, en el Gran Teatro Lumière y con la presencia del todo el equipo, la acogida fue mucho más calurosa, con un larguísimo aplauso durante más de cinco minuto, que emocionó especialmente a los actores.
“Dolor y Gloria” es la sexta película que Almodóvar presenta en la competición de Cannes y hasta ahora tiene un más que notable balance: obtuvo en 1999 el premio a la mejor dirección por “Todo sobre mi madre” y en 2006 vio recompensado el guión de “Volver”, que también se llevó el galardón de mejor interpretación para sus actrices.
Pero le falta la Palma de Oro, el gran premio de Cannes. Y la elección del filme ganador recae en esta 72 edición en un jurado que preside el mexicano Alejandro González Iñárritu.