“La gente ya no celebra los cumpleaños como antes, los últimos carnavales han sido afectados por todo el proceso de la pandemia y otros eventos también, ciertamente muchas tiendas han cerrado o se han diversificado, de repente ves una tienda que es mitad piñatería mitad frutería, o reducen el tamaño del local al máximo para poder seguir abiertos”, expresó Alonso Ojeda, quién trabajó en una piñatería por 5 años.
El mercado se ha reducido cada vez más para quienes se dedican al área de los artículos para fiestas, por eso, los propietarios se mantienen en diversas ocasiones trabajando bajo una modalidad de encargo para evitar pérdidas.
“La gente nos informa que es lo que desea y vemos si podemos concretar la venta con el distribuidor, pero tener el material en el almacén lo deteriora y después no se puede vender, los cumpleaños infantiles cada vez utilizan menos elementos porque la gente no los puede comprar, eso repercute directamente en nuestras ganancias, cada vez son más bajas”, explicó Wilmer Urdaneta, cajero de una piñatería. /DB