Trámites para aligerar los traslados no dejan de ser engorrosos
Aunque todavía los calabozos de las policías de Miranda, Carrizal y Los Salias se encuentran lejos de estar libres, el Plan Cayapa Judicial impulsado por el Ministerio de Servicios Penitenciarios ha permitido desahogar estos recintos al menos parcialmente. Sin embargo, persiste el llamado a construir un espacio exclusivo para este fin que exima a los cuerpos policiales administrativos de cumplir funciones de guardia y custodia, y le garantice condiciones de reclusión óptimas a los privados de libertad.
Huelga de reos en Polimiranda surtió efectos
Tras la huelga de hambre que lideraron por más de cuatro días 43 detenidos que permanecían en los calabozos de la Comandancia de la Policía de Miranda se dio inicio a unas mesas de trabajo entre representantes del Gobierno nacional, a través de la Dirección de Prisiones del ministerio; la secretaria de Gobierno, Adriana de Elia; el director de la policía regional, Elisio Guzmán; y el subdirector, Francisco Escalona.
Producto de estos encuentros arrancó el Plan Cayapa, que permitió el traslado de 86 reos, lo que redujo a 75 la cantidad de presos en las coordinaciones policiales de todo el estado, cuya capacidad es de 150. La información la suministra el comisionado agregado Francisco Escalona, subdirector, quien precisa que las mujeres fueron remitidas al Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), mientras que los caballeros fueron llevados a los centros de reclusión Fénix y Uribana, ambas en Lara; y a Tocuyito, en Carabobo.
No obstante, recuerda que queda pendiente descongestionar las celdas de la Coordinación Policial Nro 7, que agrupa a Chacao, Baruta, El Hatillo y Sucre, dado que por falta de espacio los privados de libertad que se producen en dichos municipios del área Metropolitana son llevados a Guarenas. “Aquí se ha incrementado la incidencia delictiva a raíz de la impunidad. Si bien es cierto que dan medidas sustitutivas de libertad con beneficios, hay personas que reinciden y caen nuevamente detenidos”.
Sobre las condiciones de las celdas, dice que no son perfectas, “pero tratamos de darle las condiciones mínimas en cuanto a seguridad y respeto a los derechos humanos, ya que estos son recintos transitorios. Por eso se siguen realizando las coordinaciones con la Dirección de Prisiones para seguir realizando los traslados”.
En cuanto a la Coordinación Policial Nro 1, correspondiente a los Altos Mirandinos, indica que permanecen 23 detenidos, siendo su capacidad de 40. “Hay que dejar presente que los tribunales de justicia y la Fiscalía del Ministerio Público se abocaron a los organismos de seguridad como Cicpc, policías municipales y Guardia del Pueblo, donde realizaron el plan de descongestionamiento procesal y eso permitió que se efectuaran estos traslados”.
Polisalias: La situación en los calabozos sigue delicada
De acuerdo con la comisaria Carmen Mavares, directora de Polisalias, “pensé que el Plan Cayapa iba a ser más expedito y que desocuparía los calabozos, pero resulta que debíamos comprobar que los posibles beneficiados tenían que estar en la fase de juicio”. Precisa que de los 16 privados de libertad, entre ellos un adolescente, que tenía en las celdas, solamente dos fueron trasladados al centro penitenciario Fénix de Lara a través de dicho plan. Sobre el jovencito, asegura que lo mantiene en un área de oficina debido a que en el Sepinami no lo admitieron “y no lo puedo tener al lado de los adultos”.
La comisaria expresa que la situación de los reos en la Policía de Los Salias no es nada sencilla. “Tenemos solo dos celdas para mantener un máximo de 5 personas en cada una. Debido a las cercanías con el centro comercial Galerías Las Américas, constantemente familiares y amigos les gritaban desde allí y viceversa. Por eso y por el conato de fuga de hace tres semanas decidimos levantar aún más el muro que los separa”.
Asegura que también decidieron construir una pared que permitiera aislar a los detenidos, con el fin de garantizar la seguridad de los funcionarios dado que antes podían observar desde las patrullas que ingresaban a la comisaría hasta la rotación de los custodios. “Nosotros somos un cuerpo policial administrativo y no estamos en capacidad de tener a tanta gente privada de libertad y mucho menos por largo tiempo. Por ejemplo, hay un reo con más de ocho meses acá”.
Mavares indica que en oportunidades le ha tocado desincorporar a funcionarios de la Brigada de Patrullaje Vehicular para que funjan como custodios, mientras que por tener un privado de libertad con beneficio de casa por cárcel, debe destinar para ello al menos una patrulla. Manifiesta que “debe privar el interés colectivo en este tema, por lo que sugiero que se cree un centro de reclusión que evite la permanencia de los detenidos en las policías municipales, pues estas no reúnen las condiciones para tal fin”.
Al referirse al hacinamiento, sostiene que en estos calabozos los presos no caminan, no corren, no llevan sol. “Apenas tienen la oportunidad de tener movilidad los domingos, durante la visita familiar, pero solo por 25 minutos”. “Debería prevalecer el sentido humanitario en estos casos, pues aquí ellos no tienen ni siquiera derecho a la visita conyugal, ni demás beneficios, lo que les genera muchísimo estrés. Por esa razón se la pasan peleando y gritando, lo que nos ha obligado a rotarlos continuamente”.
La jefa de Polisalias insiste en el llamado al Ministerio de Servicios Penitenciarios a que ubiquen un lugar al que las policías municipales puedan remitir a los detenidos, y evitar con ello fugas y conatos de estas. “Lamentablemente, el Plan Cayapa es limitado ya que los aspirantes tienen que haber pasado a la fase de juicio previamente, y por el retardo procesal y los diferimientos de audiencias no siempre se cumple”.
En Policarrizal beneficiaron a 5 reos
“Hace un mes, cuando se llevó a cabo el plan, cinco de los privados de libertad fueron remitidos a varios centros de reclusión. Actualmente, solo permanece uno y nuestra capacidad es de máximo ocho en los dos calabozos habilitados”, informa el comisario Francisco Chávez, director de la Policía de Carrizal. Declara que en el cuerpo no se han presentado problemas por hacinamiento; sin embargo, asegura que sí han tenido que lidiar con fallas en la infraestructura. “Hay unas tuberías que cumplieron su vida útil. Están oxidadas y rotas y por ello trabajamos en su reemplazo”. El comisario explica que las instalaciones de la comisaría son muy viejas, y de allí radica la mayoría de sus problemas. /Amy Torres.