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Polimiranda niega caso de presunto abuso sexual en calabozos

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El policía implicado cumple 24 años de servicio en la institución

“No hubo tal intento de abuso sexual. Se trata de una represalia en mi contra porque los detenidos se niegan a cumplir las normas establecidas en los calabozos de la Policía de Miranda, soy un hombre muy estricto y esto me ha generado conflictos con los privados de libertad”, sentenció Luis Álamo, supervisor agregado de la Policía de Miranda.

Tal como reseñamos en nuestra edición de ayer, Álamo fue denunciado por Eduardo José Bermúdez, esposo de Elismirda Alcalá Figuera (29), detenida desde el 6 de agosto por presunto tráfico de municiones, quien asegura que el uniformado intentó ultrajar a la mujer dentro de un baño en la comandancia de la policía regional en la avenida Bicentenario de Los Teques.

“A diario, las detenidas reciben un beneficio de 15 minutos para su aseo personal, pero ese día esta mujer se negaba a salir, aún cuando ya había superado el tiempo estipulado en las duchas. Le toqué la puerta para que saliera, pero solo obtuve una burla como respuesta e incluso me dijo que estaba loco”, agregó Álamo, quien inmediatamente solicitó el apoyo de una funcionaria que también se encontraba de guardia en los calabozos.

“Al cabo de un rato, ella volvió a su celda y armó un complot con el resto de las detenidas, quienes incluso conminaron al resto de la población para armar un motín. Es totalmente falso que tenía temor de denunciar y que esperó hasta que yo no estuviera para denunciar el hecho, pues lo planificó durante toda la noche y luego mintió descaradamente sobre lo que sucedió”, enfatizó.

De igual manera, Álamo insiste en que se ha ganado la enemistad de los reclusos porque no permite irregularidades en la Sala de Guarda y Custodia de Polimiranda. “Ellos quieren que no les revisen los alimentos, que les pasen cigarrillos, ver televisión y hasta usar los celulares de los funcionarios, lo que yo no voy a permitir por mi integridad como policía”.

Por último, se conoció que el funcionario, quien cumple 24 años de servicio en el organismo sin ninguna averiguación por faltas de disciplina, se puso a la orden de la Oficina de Control de Actuación Policial (OCAP) para que realicen las investigaciones correspondientes. “Estoy seguro de que no van a encontrar ningún tipo de pruebas, soy un padre de familia y siempre me he comportado como tal”, finalizó./Andreina Ibarra/rrdiarioavancesucesos@gmail.com

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