12/05/15.-  Ayudar a la gente y tener una palabra de aliento para cuando la necesitan son, a juicio de Gloría Machuca, enfermera del ambulatorio Pronto Socorro, las dos grandes satisfacciones que le ha dejado ejercer la profesión en estos 14 años de servicio. “Lo más bonito es cuando un paciente te da las gracias por el trabajo que realizas, nosotros somos la mano derecha de los médicos”.

La egresada del Instituto Universitario de Tecnología Rufino Blanco Fombona aseguró que quienes deseen hoy estudiar la carrera deben hacerlo por vocación y tener dedicación. “Tiene que gustarle mucho y ponerle corazón”. Agregó que en el país hacen falta más centros de preparación y actualización en cuanto a especializaciones.

Su colega Ilse Ibarra, quien cuenta con cinco años de experiencia, señaló que lo más gratificante de ser enfermera es ver la cara de alegría de cada una de las personas que acuden a consulta y ayudarlas en lo que se pueda.

Consideró que lo que más necesita el gremio en estos momentos es mayor cantidad de insumos en los distintos centros de salud para brindar una mejor atención.

Recomendó a las futuras generaciones ver la profesión de manera humanitaria, y no como algo que les genera dinero.

Al preguntarle cómo celebra su día, indicó que trabajando en compañía de sus colegas. “Usualmente realizamos un compartir para que la celebración no pase por debajo de la mesa, aquí somos 10 en total”.