500 personas salieron a las calles
Al menos 500 manifestantes tomaron las calles del centro de Mineápolis el sábado pidiendo justicia para el joven afrodescendiente Amir Locke, quien fue asesinado en una redada “sin aviso” en su apartamento el miércoles.
El hombre de 22 años recibió tres balazos, dos en el pecho y uno en una muñeca. Posteriormente, fue ingresado en un hospital, donde falleció a causa de múltiples heridas de bala.
La multitud coreaba el nombre de Locke y consignas como “sin justicia, no hay paz” y “Las vidas negras importan” (Black Lives Matter), exigiendo la justicia racional y la prohibición incondicional de las órdenes de arresto, y denunciando la violencia policial contra los negros, que han sido atacados de manera desproporcionada por tácticas policiales discriminatorias.
Asimismo, pidieron la destitución y el arresto de los oficiales involucrados en el tiroteo, en específico, el oficial que disparó a Locke, identificado como Mark Hanneman.
Es más, reclamaron la renuncia del alcalde de Mineápolis, Jacob Frey, y la jefa de la Policía de la ciudad, Amelia Huffman.