Los programas de reconocimiento facial en los teléfonos inteligentes podrían convertirse en una herramienta clave para la detección de la depresión y algunas enfermedades mentales difíciles de detectar, según investigadores de la Universidad de Stanford (EE.UU.).
De acuerdo con un reciente estudio, los algoritmos de aprendizaje automático que permiten a los móviles identificar rostros o responder a nuestras voces podrían ayudar a desarrollar un modelo de bajo costo —y con una precisión razonable— para detectar los primeros síntomas. La investigación fue dirigida por Fei-Fei Li, un destacado experto en inteligencia artificial que recientemente regresó a Stanford luego de trabajar en Google.
Para comprobar su hipótesis, los científicos introdujeron secuencias de video de personas sanas y con depresión en un modelo de aprendizaje automático que fue entrenado para aprender a partir de expresiones faciales, tonos de voz y palabras. Los datos se obtuvieron mediante más de 50 horas de entrevistas a los 142 participantes del experimento.