La pasta, el pasticho y las milanesas a la parmesana son algunos de los platillos que solían acompañarse con quesos añejados o madurados en polvo, sin embargo, su elevado costo ha disminuido la cantidad de consumidores que los compran, provocando que muy pocos hogares cuenten con este alimento en las mesas al desayunar, almorzar o cenar.
El precio de compra de este derivado lácteo puede superar los $15 el kilo, siendo uno de los quesos más costosos en el mercado, incluso menos accesible que el amarillo, reconocido como uno de los alimentos menos accesibles según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) en distintas ocasiones.
“Es muy raro ver que la gente compre queso pecorino o parmesano, siempre han sido más costosos que la media y se compran en presentaciones pequeñas, pero actualmente las personas no cuentan con los recursos para llevar este alimento a casa, es poco rentable y no se encuentra entre las prioridades”, comentó Marcos Noguera, charcutero. /DB/at