Tendrá un recorrido de 11 kilómetros
Con estructuras de acero de 30 metros de alto y resistentes, el Gobierno de Estados Unidos ha iniciado esta semana la edificación de un nuevo muro secundario que tendrá un recorrido de 11 kilómetros entre la zona limítrofe de Nuevo México y Ciudad Juárez.
Levantamiento que ha sido cuestionado y rechazado, según afirmó a EFE el padre y párroco de la comunidad de Mater Dolorosa, Javier Calvillo.
“Es curioso que un país (EEUU) que tenga la mayoría de su población migrante quiera poner muros (…) Por mucho que pongas buenos muros, por mucho que pongas púas, por mucho que pongas las bolas esas, nunca va a poder parar la migración”, sentenció el sacerdote católico.
En el transcurso de la semana, esta zona fronteriza, conocida por el contrabando y rescate de miles de migrantes, ha visto el movimiento de maquinaria pesada y personal federal estadounidense que trabaja en la construcción de esta nueva barrera, paralela a la ya existente.
De acuerdo con información publicada en la cuenta de X de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) esta acción se ejecuta en “sectores clave como San Diego, Yuma, Tucson, El Paso y el Valle del Río Grande”, donde “más de 137 kilómetros del nuevo muro están en planificación o en construcción a un ritmo acelerado”, publicó Unión Radio.