17/08/15.- Después de finalizar el año escolar, muchos padres comienzan a angustiarse ante la posibilidad de que sus hijos caigan en el ocio por tanto tiempo libre, razón por la cual buscan alternativas para mantenerlos ocupados antes de que comiencen las clases.

Según la opinión de especialistas, los niños y adolescentes no deben pasar tanto tiempo usando la internet y demás aparatos tecnológicos, ya que esto disminuye la interacción cara a cara con familiares y amigos; mientras que la utilización de las redes sociales sin supervisión puede considerarse un factor de riesgo ante tantos casos de violencia y acoso virtual.

Planes vacacionales son los preferidos

Año tras año diferentes empresas y organizaciones públicas ofrecen planes vacacionales con la finalidad de brindar semanas de diversión para los más pequeños de la casa, quienes tienen la oportunidad de participar en actividades deportivas y culturales al acudir a estos.

La Red de Bibliotecas Miranda desarrolla planes semanales para niños de las comunidades que no cuentan con recursos para costear este tipo de iniciativas, por ello les ofrecen la posibilidad de realizar paseos y divertirse mientras juegan y aprenden.

Cursos y talleres son otra alternativa

Una opción para que los chipilines aprovechen su tiempo libre para reforzar o adquirir conocimientos son los cursos y talleres que ofrecen algunos centros y escuelas de artes y oficios.

En la calle Junín se encuentra Ties, un espacio que dicta clases sobre diferentes áreas para niños y adolescentes con entre 6 y 15 años de edad. Las capacitaciones se dan en horario matutino y vespertino, de lunes a viernes, y su variedad satisface todos los gustos, ya que se puede aprender desde elaborar cintillos y lazos, crear figuras con masa flexible y papel periódico, hasta cocinar dulces y comida salada.

Por otro lado, en el Centro de Apoyo Escolar, en la calle Ricaurte, se dictan talleres vacacionales de manualidades como pintura sobre tela y madera, creaciones en masa flexible y realización de cuadros artísticos.

Por: Herlis Domínguez