Pocos disfraces y clima frio protagonizan el asueto
Colchones inflables, pinta caritas, camas elásticas, presentaciones culturales y otras atracciones estuvieron dispuestas para los guaicaipureños en diferentes puntos del municipio durante las celebraciones carnestolendas de este lunes.
Pese al clima frio y lluvioso, muchos llevaron a sus niñas y niños a los diferentes espacios dispuestos para la recreación y el disfrute de los ciudadanos por parte de la Alcaldía de Guaicaipuro.
En el bulevar Bermúdez, decenas de personas disfrutaron durante horas de los colchones inflables y las ferias gastronómicas, que permitieron a los muchachos pasar un rato diferente durante el asueto.
En el parque Gustavo Knoop, los pequeños gozaron con diferentes presentaciones culturales que impartieron valores y sano disfrute para toda la familia.
Mientras que el parque cultural Villa Teola, pequeños y no tan pequeños, disfrutaron de bailoterapia y presentaciones culturales típicas del asueto.
Johan Acosta, integrante del equipo de Turismo de la Alcaldía, dijo que la intención de las actividades es garantizar el disfrute de la ciudadanía.
“Hemos desplegado un sin fin de espacios para que la gente pueda llevar a sus hijos e hijas a pasar un rato diferente durante los Carnavales, todo bajo el estricto cuidado de las medidas de bioseguridad para prevenir contagios por Covid-19”, dijo.
“Prefiero ingeniarme un disfraz que comprarlo”
En un recorrido hecho por el Diario Avance por los diferentes puntos donde se celebró el Carnaval, se pudo observar que gran parte de la población infantil que vistió disfraces, fueron elaborados de forma “ingeniosa” por los representantes.
“Un disfraz me cuesta casi $25 prefiero llevar a comer a mi muchacho un buen helado y una pizza antes de gastar ese dineral en un traje que solo usará uno o dos días. Yo le pinté la cara como el Joker y el quedó feliz”, dijo Arianna Martínez.
Por su parte Carolina Méndez, madre de una niña de seis años, señaló que ante el poco ingreso económico en su hogar decidió “vestir a la niña con un traje tipo Hawái y le dije que era la princesa de Disney ‘Moana’, ella quedó más que contenta y yo me ahorré casi $30”.
En el caso de Cristóbal Carrillo, padre de un niño de ocho años, explicó que con el dinero que se ahorró al no comprar un traje “llevaré a mi muchacho y mi esposa a un día en la playa el próximo sábado, pasaremos un rato diferente y lo disfrutará toda la familia”.