El consumo de alcohol y la contaminación sónica perturban a vecinos

ARTURO TOVAR

Más de 30 carros y decenas de motos pudieron contabilizar los vecinos del urbanismo Alto Verde, en la fiesta clandestina que este sábado obstaculizó la vía pública de la etapa tres, alterando la paz de 880 familias de la zona.

Ingesta de bebidas alcohólicas, música a todo volumen y personas bailando en la calle, impidieron el tránsito vehicular de los residentes y el transporte público. Lo peor de todo es que los que arman los bochinches no viven en la zona.

“Yo salí a caminar temprano y vi a más de 60 personas borrachas, bailando con botellas en las manos y trancando la calle. El lugar quedó lleno de basura. Los más afectados son las personas que deben salir a su trabajo y tienen que caminar porque el Transmiranda no puede pasar”, detalló una lugareña.

Habitantes del lugar, manifestaron que cada fin de semana se repite la misma historia, indican que en múltiples oportunidades han denunciado la situación a Poliguaicaipuro, sin recibir respuesta alguna.

Luego de que el diario Avance hiciera público un video enviado por un ciudadano que quedó atrapado en medio de la “rumba”, funcionarios de este organismo policial se apersonaron en el sitio, aproximadamente a las 9:30 am.

Afirman que el hecho pone en riesgo la salud de centenares de personas, debido al evidente incumplimiento de las normativas de bioseguridad./rp