Las autoridades rusas elevaron hoy a ocho las personas muertas en las inundaciones provocadas por la destrucción de la presa de Kajovka en la región ucraniana de Jersón (sur), cifra que los voluntarios sitúan en varias decenas.
“Lamentablemente, hay víctimas, algo inevitable para una catástrofe de tal magnitud. Ascienden a ocho personas”, dijo Vladímir Saldo, gobernador interino de la región de Jersón impuesto por Rusia, en su canal de Telegram.
La última víctima es una anciana de 84 años, cuyo cadáver fue hallado tras bajar el nivel del agua, mientras dos de los fallecidos fueron víctima de un bombardeo ucraniano, según las autoridades.