Pequeños negociantes buscan formalizar su negocio

DORIANA BORREGO

“Era alcohólico y debido a mi padecimiento me enviaron a Cuba para rehabilitarme, allá vi un Volksvagen de madera que llamó mi atención, a partir de ahí decidí empezar a realizar ese tipo de artesanía aprovechando mi profesión, la carpintería ebanista”.

Así explicó Víctor Zarate, quién vio una oportunidad de crecimiento personal al ganar la batalla contra el alcoholismo.

Añadió que, la buena receptividad de los clientes lo han ayudado a seguir adelante, enfocándose en formar un marca de gran calidad para quienes deseen una pieza diferente.

“La gente está muy contenta con mi trabajo, he hecho carros, gandolas y otros vehículos, en un futuro quiero añadirles luces, vidrios y muchos más detalles para captar la atención del público”, dijo.

Resaltó que desea conformar una compañía en donde pueda desplegar y explotar al máximo sus capacidades.

“Mi meta a  largo plazo es formalizar mi empresa y poder comercializar mis piezas de forma más organizada, ofrecer además de mis autos de madera, otros servicios asociados a mi profesión como las cocinas empotradas”.

Concluyó explicando que se mantiene a la espera de un crédito para avanzar representativamente en su plan de vida.

“Pedí un crédito para elaborar piezas con una calidad aún mayor, mis obras oscilan entre $10 y $20 y deseo ampliar mucho más la gama de posibilidades de compra, cada artículo es único”, finalizó. /at

Los carros de madera tienen de dos a 7 días de trabajo por pieza. Fotografía: Luis Maizo