Creatividad, humildad y dedicación son palabras que definen a Sara Dolinski, quien es una joven tequeña de 22 años, comunicadora social y emprendedora por sobre todas las cosas, ya que a su corta edad es la dueña y diseñadora de Fibras, una marca dedicada a la confección y venta de prendas de crochet que se ha internacionalizado y ha logrado calar de manera positiva en el mercado venezolano.

Hija de madre venezolana y padre polaco, Sara nació y se crió en Los Teques, donde conoció el arte del crochet a los 7 años de edad en el colegio Sagrado Corazón de Jesús donde una monja le impartió sus conocimientos de tejido, aseguró que desde aquel momento nunca ha dejado de tejer.

“Tuve la dicha de crecer en una familia maravillosa en la que me inculcaron valores y sobró el amor. Me enseñaron a respetar a todo ser viviente. Le agradezco a mi madre, Nohemi y a mi abuela Senaida, por formar la persona que soy hoy”.

Confesó que su núcleo familiar es bastante unido, y que tienen un gran valor en su vida ya que siempre le han brindado un enorme apoyo en todo lo que se ha propuesto, señaló que “la líder de la casa es mi abuela. Nunca me he sentido sola porque los tengo a ellos. Siempre están ahí para ayudarme y protegerme ante cualquier adversidad”.

Emprendedora nata

La recién egresada en Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello, inició con Fibras “Tejidos Mágicos” en el año 2014, pero fue en el 2015 cuando formalizó su marca y logró posicionarla en el mercado nacional, realizando prendas tejidas como crop tops, trajes de baño, shorts, zapatos y bolsos.

“Empecé con Fibras como un hobby. Tenía muchas lanas en mi casa, subí fotos a mis redes y solo necesité ese paso para que se convirtiera en mi trabajo. Hoy me escriben personas de otros países para obtener mis prendas. Ahora despierto todos los días a hacer lo que me encanta”.

Al ver la empatía de las personas y la alta demanda de su trabajo, esta emprendedora joven decidió dedicarse por completo a su negocio convirtiéndose en la diseñadora, community manager, fotógrafa y modelo de su marca.

“Cada prenda que hago tiene un poco de mí en ella, un poco de mi luz. No trabajo en serie, cada prenda es original y por ello marcamos la diferencia. Haber estudiado Comunicación Social me ha permitido tener el control de mi negocio y expandirlo”.

Ejemplo de esfuerzo y dedicación

Su constancia, esfuerzo y dedicación, aunado al apoyo de sus familiares y amigos, le han permitido vender sus prendas en tiendas nacionales tales como en el C.C Vasconia y C.C Multiplaza del Paraíso, así como así como a nivel internacional en Chile, Ecuador, Aruba, España y Colombia.

“Caminar por una calle y encontrar a alguien luciendo mis prendas o que me reconozcan como “la diseñadora de Fibras” me llena de mucha satisfacción. Ver como mis clientes aprecian mi trabajo, me hace entender que vale la pena cada minuto invertido”.

Dolinski se considera una persona humilde, honesta y trabajadora que siempre apuesta al talento de su país y busca representarlo, precisó que “no podemos rendirnos. Ahora más que nunca debemos convertir nuestros sueños en metas y trabajar por materializarlas”.

Confesó que se siente honrada por inspirar a otros a iniciar en el mundo del crochet y que sigan sus pasos. “Es un halago que me tomen como ejemplo para comenzar sus negocios. Continuaré trabajando para que más personas puedan surgir”.

Esta emprendedora venezolana también ha participado en diferentes desfiles con agencias como Foto Pose Venezuela, Miss América Latina y Expo Moda Venezuela, así como también tuvo la oportunidad de realizar prendas para misses venezolanas tales como Michelle Bertolini y Diana Croce, aunado a esto ha tenido presencia en otros medios impresos y radiales.

“Tejiendo su sueño”

Su positivismo y entusiasmo la impulsan a nunca decaer y a siempre aspirar en grande, detalló que “tengo mucha seguridad en que puedo lograr todo lo que me proponga y es emocionante ver como estoy “tejiendo mi sueño”, precisó que a finales de año visitará Brasil con el objetivo de promocionar su marca, aseguró que espera volver pronto a su país natal para “ver brillar” a más personas con sus tejidos.

“Esto es una oportunidad para cualquier joven emprendedor. Me siento afortunada de internacionalizar mi trabajo”, aseguró la diseñadora, quien en la actualidad estableció su negocio en el mercado chileno y desea expandirlo a otros países.

Indicó que la nueva colección viene cargada de muchas sorpresas, ya que planea diseñar vestidos y bodys, así como también aspira incursionar en el mundo de la sublimación y de las telas, precisó que “aunque me iré del país, siempre tendré presente mi tricolor”.

Por último invitó a los jóvenes venezolanos a proyectar su futuro y a no abandonar sus sueños, agregó que “en algún momento todos dudamos de nuestra habilidades y tenemos miedo al fracaso, yo los invito a convertir ese miedo en un impulso para concretar sus metas. Todo es posible de obtener si trabajas de manera honesta”./lb

*** Chile será el próximo escenario de sus diseños

GERALDINE PEÑA