Este viernes Pressia Arifin-Cabo, representante adjunta de Unicef en México, alertó que los niños migrantes de Honduras están en “situaciones precarias en albergues de la frontera norte mexicana tras un año del programa estadounidense Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), conocido como Remain in Mexico”.
Al recorrer un refugio en la ciudad fronteriza de Matamoros, en el nororiental estado de Tamaulipas, la funcionaria encontró a 700 niñas, niños y adolescentes, de un total de 2.200 migrantes, que ahora deben esperar entre seis y 18 meses en México para acudir a hasta cuatro citas de solicitud de asilo en Estados Unidos, según reseñó Unión Radio.
“Antes, los migrantes se quedaban un par de días, una semana máximo, en los albergues de tránsito porque pasaban más rápido o más fácil, pero ahora mismo estamos viendo que hay necesidad ahora, particularmente con el programa de MPP, que se quedan en el país por meses”, advirtió.
Dijo que “ahora son ocho ciudades mexicanas las que reciben migrantes, algunas de las que tienen altos índices de violencia, como Tijuana, Ciudad Juárez, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Matamoros, y de forma reciente, algunos casos en Nogales y Reynosa”.
“A esto se suma que la dinámica migratoria claramente ha cambiado con la entrada de las caravanas desde octubre de 2018 porque ahora los migrantes llegan en masa”, aseguró.
Ante esta política y el nuevo panorama, la funcionaria internacional exhortó a las autoridades mexicanas a contar con estándares, control y monitoreo de los refugios, donde han detectado que los menores de edad viven en carpas, con calor, lluvia y sin espacios seguros, lo que además les ha provocado ansiedad.
Además de necesidades de alimentación y salud, Unicef ha encontrado menores de edad que llevan hasta seis meses sin ir a la escuela.