32 familias que perdieron sus viviendas en noviembre fueron llevadas al albergue y nunca han recibido atención. En el grupo hay 143 niños que están a la buena de Dios

Ronald Peñaranda. El 9 de noviembre de 2013, 32 familias perdieron sus viviendas producto de las lluvias y fueron trasladadas al albergue Lanex pero nunca han recibido alimentación, medicinas ni otro tipo de atenciones. Omar Bozo, afectado, señaló que cuando llegaron tuvieron que dormir en el piso pelado porque no les dieron camas. “Medio nos acomodamos cuando un grupo de refugiados salió para el urbanismo de El Chorrito y a partir de ese momento ocupamos los espacios en los que ellos estaban”.

Manifestó que tienen que ingeniárselas para conseguir la comida. “Nos hemos dirigido al coordinador del albergue Daniel Castro y este nos mandó para la Comisión Presidencial para Refugios Dignos (Copredig) y allí tampoco nos dan respuestas. Sentimos que nos pelotean, nos llevaron para allá y después se olvidaron de nosotros”.

Ayer unos refugiados se presentaron en la Cámara Municipal con la intención de solicitar un derecho de palabra, pero les dijeron que regresaran la próxima semana. También buscan una audiencia con el alcalde Francisco Garcés para exponerle el problema con el fin de que interceda ante las autoridades de la Copradig. Las familias provienen de Guaremal, Santa Eulalia, Las Brisas, Barrio Miranda, entre otras zonas. En el lugar se encuentran 143 niños, la mayoría requiere atención médica./sa/Foto: Eduardo Aguilar