La precariedad ensombreció a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec). La carestía de condiciones mínimas de seguridad para trabajar sentenció a los trabajadores de la estatal a estar al borde de la letalidad.
Según testimonios recabados, solo este año seis operadores murieron mientras hacían actividades técnicas, reseñó El Carabobeño.
Sindicatos del sector responsabilizan a la empresa. Esgrimen, además, que las autoridades aplican un patrón de dejadez que se replica en casos de muertes y heridos. Para los empleados, la compañía los trata como un objeto desechable en el que «si te accidentas no le sirves».
José Morillo (50), Jhonny y Rufo Russo fallecieron el 13 de marzo de este año, luego de que se desplomara una torre eléctrica sobre la que trabajaban en Yaracal, estado Falcón. El 23 de ese mismo mes murió electrocutado Jorge Farah, supervisor de estaciones de Corpoelec, cuando intentaba corregir una falla en la subestación eléctrica Ezequiel Zamora, en el estado Monagas.