El rey Felipe VI, en su discurso ante la Asamblea General de la ONU el 24 de septiembre, expresó el dolor de España ante las acciones del gobierno israelí en Gaza, instando a la comunidad internacional a no ignorar la situación.
Condenó los bombardeos a hospitales, escuelas y refugios, así como la muerte de civiles, la hambruna y el desplazamiento forzado, calificándolos de “aberrantes” y contrarios a los valores de la ONU.
Subrayó el orgullo de España por sus raíces sefardíes, recordando la ley de 2015 que otorgó la nacionalidad a descendientes de judíos sefardíes, y destacó los lazos históricos con Israel.
Sin embargo, lamentó profundamente la devastación en Gaza, exigiendo con firmeza: “Detengan ya esta masacre”. El monarca enfatizó que estas acciones repugnan a la conciencia humana y avergüenzan a la comunidad global, implorando el cese de la violencia en nombre de un pueblo con una historia de sufrimiento.








