31/05/16 -. La Hermana María José González, es una carismática carupanera que ha dedicado su vida al servicio de Dios y el prójimo desde muy temprana edad. Llegó a nuestra ciudad hace veinte años, asegura que ha ido asumiendo la cultura y el sentir de los mirandinos como propia, pues a su juicio existen muchas similitudes entre su tierra natal y la nuestra.
Relató que su incursión en el mundo religioso se debió a tres llamados que sintió en ciertos momentos claves de su vida, uno de ellos fue en la universidad cuando era líder del centro de estudiantes, durante una manifestación que protagonizó, un hombre se le acercó y comenzó a hablarle de Dios para que se apartara de ese tipo de acciones, a lo que ella restó importancia, hasta que un día por salir del paso, accedió ir a la iglesia.
“Allí entre una oración y otra hacían la invitación de perdonar a la persona que más odiábamos, que para ese entonces era mi padre, quien nos abandonó y por el cual albergué mucho rencor, mi soberbia era grande y me negaba a perdonarlo desde mi corazón, sin embargo, allí le dije a Dios ‘si de verdad tú existes dame la fuerza para repetir esa frase que invita al perdón’, de pronto sentí dentro de mí una voluntad extraordinaria y tras evocar la frase ‘papá yo te perdono, te doy el abrazo de la paz’ sentí un alivio indescriptible, una alegría enorme en mi corazón y tomé la decisión de convertirme en evangelizadora partiendo de esa experiencia”.
Confirmación de su camino
El segundo fue con la visita del Papa Juan Pablo II a Venezuela en 1.984, allí tuvo una importante conversación con Dios y le pidió una señal y que si él se la daba tal como ella lo estaba requiriendo, entonces se comprometía a dejar su vida atrás y dedicarse a él por sobre todas las cosas, su sorpresa fue que la situación que ella planteó como prueba se dio tal cual como lo había pedido, lo que la dejó anonadada y convencida del rumbo que debía tomar, como consecuencia de ello cumplió su promesa.
El tercer llamado fue en 1.989, por cosas de la vida sintió que quería hacer algo distinto y no quería seguir la labor que hacía, agarró sus maletas y se fue al terminal de pasajeros, tras llegar allí no consiguió pasaje para viajar, se sentó en un banquito llena de rabia y empezó a llegar la gente que dormía allí en cartones en el suelo y eso la llenó de mucha indignación, tras ver aquel escenario se convenció de que debía seguir trabajando por los más desposeídos para aportarles su granito de arena.
“Esta vida que Dios me ha regalado está impregnada de una confirmación constante, de que él me llamó para estar de su lado, todo llamado requiere una respuesta y la mía es que estoy feliz con esto y si tuviera la oportunidad de volver a elegir este camino, sin duda alguna lo haría.
Más allá de un hábito
Alegría, esperanza y compromiso definen a esta maravillosa mujer que pertenece a la comunidad Jesús El Señor, es Hermana porque vive consagrada completamente a Dios pero en el estado laical, “con la intención de estar ‘como un agente de inteligencia encubierto dentro del mundo real’; cuando se lleva puesto un hábito las cosas se tornan diferentes pero cuando vistes con un atuendo normal, te involucras de lleno con la realidad de muchas circunstancias”.
Señaló que pueden llegar a cualquier lugar desapercibida y nadie sabe que se trata de unas hermanas y ellas aprovechan eso para poder encarnar, conocer y escuchar a la gente; refirió que muchas congregaciones se están separando del uso del hábito para poder vivir de esta manera la evangelización.
“Con este servicio hacia los demás he aprendido muchísimas cosas en la vida, por ejemplo con los privados de libertad, ha considerado cada vez más el valor de brindarles apoyo, porque sencillamente son los más olvidados de la sociedad”.
Un difícil camino
Esta licenciada en Educación, mención Pedagogía Religiosa, estudia actualmente Ciencias Políticas y está próxima a graduarse, señaló que ha incursionado en esta carrera porque quiere dar un aporte a la sociedad desde la contundencia de la ciencia, pero también desde la de su compromiso social.
Argumentó que los educadores tienen actualmente un rol trascendental porque tienen la responsabilidad de labrar a los protagonistas del futuro, ante esta sociedad tan desorientada que hay ahora; “asimismo veo con beneplácito esta sección de Gente Valiosa que llevan adelante en Avance, porque están marcando una referencia para la nueva generación, de que sí se puede salir adelante tomando como premisa los ejemplos de vida de cada personaje que ha sido reseñado en las entrevistas que aquí plasman”./gp
(Maribel Sánchez)