En Venezuela “era un secreto a voces” hasta que el gobierno estadounidense confirmó la relación entre Tareck El Aissami, vicepresidente Ejecutivo, y el empresario Samark José López Bello. Ambos fueron incluidos en la lista negra de la Oficina de Control de Recursos Extranjeros (OFAC) de EE UU, por supuestamente estar implicados en narcotráfico y lavado de dinero.
“López ha proporcionado asistencia material y financiera en bienes y servicios para apoyar en las actividades de tráfico de sustancias ilegales actuando por o en nombre de El Aissami”, se lee en una nota de prensa de la OFAC difundida.
López Bello es un economista y empresario venezolano del área alimentaria y construcción. Se desempeñó como director de Planificación del gobierno de Mérida, de donde es oriundo El Aissami.
“A partir de ese momento forjó un espectacular ascenso que lo convirtió en un hombre poderoso. Hasta hoy de él solo se hablaba en susurros”, se lee en la nota del diario, que fue titulada “Dos socios al descubierto”.
El apellido del empresario se conoció en 2009, cuando fue denunciada una de sus empresas como responsable del vencimiento de toneladas de alimentos importados por Pdval. Según la OFAC, actualmente supervisa una red internacional de compañías y tiene contratos con el gobierno venezolano.
Todavía el gobierno no ha respondido a las acusaciones de la justicia estadounidense. Quien lo hizo fue López, quien aseguró ser una persona “que trae dignidad a la gente”. También indicó que no hay evidencias fácticas en su contra.
Fuente: http://www.el-nacional.com