Un grupo de conductores trancó la Panamericana, a la altura del terminal de Los Lagos, en protesta por el asesinato de Ignacio Sulbarán (70), quien recibió un disparo en el cuello cuando se desplazaba por la carretera vieja, en el tramo de Carrizalito
Luego de las 9:00 de la noche, ningún taxista se atreve a meterse en la zonas populares de Los Teques, por lo que cientos de usuarios deben caminar hasta sus residencias, tomar mototaxis (que tampoco se aventuran mucho a esas horas) o simplemente acogerse al toque de queda impuesto por la galopante inseguridad.
Lo sucedido a las 7:30 pm del martes fue la gota que derramó el vaso. Los 76 taxistas que conforman la línea Guaicaipuro están enardecidos por el asesinato de Rafael Ignacio Sulbarán Linares (70), quien murió a causa de un impacto de bala en el cuello cuando se desplazaba por la carretera vieja Caracas-Los Teques, a la altura del parcelamiento Carrizalito. Las primeras hipótesis del caso indican que los malhechores, quienes huyeron a pie, pretendían arrebatarle su vehículo Hyundai Accent, blanco y placas AF466WA; en tanto, otras versiones señalan que Rafael Ignacio resultó ultimado por los mismos delincuentes que una semana antes secuestraron a su hijo.
El último adiós
Con el estruendo de las bocinas, más de 100 taxistas le dieron el último adiós a su compañero, cuyos restos fueron enterrados en el Cementerio Monumental de Los Teques. El féretro fue paseado por las principales calles y avenidas de la capital mirandina, en un intento desesperado de los trabajadores del volante por exigir justicia. El edificio de la Alcaldía, la plaza Guaicaipuro y frente al terminal de Los Lagos fueron algunos de los puntos que trancaron durante al menos 10 minutos para mostrar su descontento por la falta de políticas de seguridad eficaces.
“Pedimos lo mismo que el resto de la ciudadanía, mayor seguridad y que los operativos den resultados positivos, y no que por el contrario, se queden en veremos”, sentencia Rafael Gómez, presidente de la línea Guaicaipuro. Puntualiza que la comunidad se ha visto muy afectada por los problemas que los aquejan porque obviamente no pueden prestar el mismo servicio. “Antes trabajamos toda la noche y ahora tenemos que hacerlo hasta las 11:00 o 12:00 a más tardar. No solo se trata de asesinatos, todos los días somos víctimas de atracos y secuestros”.
Por su parte, William Hernández, socio de Taxi Club Hito, sentencia: “Hoy perdimos a un padre de familia, mañana podemos ser nosotros mismos. Le pedimos al Alcalde y al Gobernador que se aboquen a resolver este problema. A las 8:00 de la noche no se ve ni un policía en la calle, los puntos de control desaparecen y quedamos a merced de los malandros”. Agrega que han tenido que blindarse por sus propios medios, con la instalación de cámaras de seguridad y la adquisición de radios transmisores, pero es poco lo que pueden hacer en contra de la violencia desatada en las calles.
Dos carros robados en una noche
En horas de la noche del miércoles, dos conductores de las líneas Nuestra Señora del Carmen y Miranda Plaza fueron despojados de sus vehículos. En uno de los casos, los malhechores solicitan Bs. 100.000 por el rescate, pero sus compañeros aseguran que la víctima no tiene recursos para cancelar el botín. Asimismo, sostienen que han sido asaltados en varias oportunidades cuando se detienen por la luz roja de los semáforos, por lo que algunos prefieren incumplir las normas de tránsito./Andreina Ibarra/ac/Foto: Jairo Ramírez
