Afectados piden que se acelere la ayuda ofrecida
Desde el pasado miércoles cuando se inundaron 40 viviendas en los callejones San Antonio y San José, en la entrada de el Nacional (bajada den El Tambor), la mayoría de familias afectadas se ha visto obligada a dormir en casas de familiares y amigos.
Michel Ustáriz, una de las vecinas, perjudicadas, señaló que el jueves tras la visita del alcalde de Guaicaipuro Francisco Garcés, funcionarios de Gestión Social se comprometieron a llevar 10 colchoes ese mismo dia para reponer los que se dañaron “pero aún estamos esperando”.
Agregó que esta emergencia les cambió su rutina en cuestión de segundos, “desde que ocurrió la anegación estoy pernoctando donde una amiga”.
Aunque en las últimas horas no ha dejado de llover afortunadamente el agua no se ha metido, “pero tememos de que se repita la historia de aquel día cuando el agua alcanzó casi un metro de altura”.
Yeison Manzo, otro lugareño, declaró que gracias a la buena voluntad de parientes tienen colchonetas que tiran al piso para pasar la noche.
“No tenemos donde guardar la comida porque las neveras se echaron a perder. Los alimentos que compramos debemos consumirlos el mismo día”.
Por los cinco vehículos que fueron arrastrados por la corrinte y que sufieron averías nadie se responsabilizó.
“Lo que pasó no es cosa de juego”
Recalcó que el colapso de las alcantarillas, “fue producto de la mala ejecución de la bahía que están construyendo en el centro comercial”.
También se quejó porque en esa misma obra colocaron una cerca que ocupa la mitad de una acera, “el espacio por donde pasa la gente es muy reducido y muchos tienen que caminar por la avenida Pedro Russo Ferrer, justamente hoy (ayer) un tío mio estuvo a punto de ser arrollado por un autobús”.
Julia Serrano, vecina, apuntó que ciertamente el ayuntamiento se movilizó, pero a reparar el hueco que se abrió en la avenida para saber a que atenernos” Ferrer, justamente hoavenida a la altura del C.C. Vasconia, “a nosotros aún no nos han ayudado”.
“También deben movirse para acomodar los drenajes que se taparon porque si continúa los aguaceros una nueva inundación será inevitable. Lo que pasó aquí no se cosa de juego”.
En la zona se han presentado casos de diarrea, sobre todo en la población infantil. La gente atribuye la situción a las aguas negras que corrieron por ambos callejones”.RP/Foto: Gabriel Ordoñez