26/08/15 .-   El fuerte ruido de autobuses y motos tiene atormentados a los vecinos del casco central de la ciudad, quienes aseguran que de paso deben calarse el humo que expulsan las unidades de transporte público.

“Es un suplicio calarse la bulla en las horas pico”, sostuvo Anabel Fernández, vecina de las residencias Parque Los Coquitos.

Además, Ámbar Gómez, habitante, señaló que el tráfico genera molestias en la vida cotidiana. “Hay que llenarse de paciencia porque muchas veces las diligencias y el trajín hacen que te duela la cabeza”.

Agustín Soto sostuvo que muchas los veces los vecinos tampoco colaboran porque ponen música a todo volumen los viernes. “Se comprende que quieran despejar la mente de la jornada semanal, pero no por eso tienen que aturdir a los demás”.

Por: Adrián Rivero /  Fotos: Edgar Jiménez