Luis Nexans ha dedicado su vida a luchar por nuestro ecosistema

“El árbol es el verdadero rey de la selva, porque hasta el león depende de él”. Así lo aseguró el reconocido ambientalista de nuestra localidad, Luis Nexans, quien tras haber nacido en estas tierras tequeñas emprendió una incansable lucha por preservar el ecosistema.

“La mayor parte de mi infancia transcurrió entre El Trigo y la calle Miquilén, cerca del callejón Negro Primero donde están las escalinatas. Los Teques para cuando yo nací era algo completamente distinto a lo que conocemos hoy, por allá a principios de los 60 era hermosamente ecológico. Había casitas de tejas por todas partes y manantiales que hoy han sido convertidos en cloacas, crecí en un ambiente precioso”.

De acuerdo con sus memorias, los árboles eran un factor predominante y gracias a ellos y al efecto que causaban, se nos conocía como La Ciudad del Clima Ideal, que a su juicio ya no lo es tanto.

Señaló que aquí las cosas eran tan diferentes que cuando caían fortísimos palos de agua, las corrientes arrastraban sapos del tamaño de un zapato; ahora solo corre basura por calles y quebradas.

“Teníamos opciones recreativas naturales para escoger, mi papá nos llevaba al parque Los Lagos, donde había un inmenso lago bellísimo colmado de patos y gansos; también podíamos ir a las Colinas de Carrizal, que después fueron convertidas en Montañalta donde hicieron la urbanización, había un sinfín de sitios para visitar, como mi padre era campesino, le gustaba llevarnos a convivir con la naturaleza y yo aprendí a amarla”.

Entre las satisfacciones que ha logrado cosechar, está el hecho de que ha visto que algunas personas, poquitas pero valiosas, han comenzado a apreciar nuestro ambiente y emprenden como él un trabajo voluntario.

“Me parece muy bueno poder aportar mi opinión sobre un tema ambiental y con base en ello sembrar interés y procurar soluciones para un problema de esa índole”.

Movimiento por la vida

Tras vivir una infancia y parte de su juventud rodeado de tanta belleza natural, para luego ver con mucha tristeza como iba deteriorándose el hermoso pueblo que lo vio nacer, comenzó a sentir una gran preocupación y tomó la iniciativa de hacer algo por los árboles que estaban siendo desplazados por el crecimiento poblacional y arquitectónico.

“Los Teques comenzó a cambiar en los años 70, por allí cuando crearon el fulano Ministerio del Ambiente, que lejos de preservar nuestro hábitat lo destruyó en concordancia con grandes inversionistas que venían a ‘modernizar’ los espacios, hubo deforestaciones por todas partes; justo allí comenzó mi trabajo”.

Nos explicó que por convicción comenzó a colgar cartelitos en los árboles que iban a ser demolidos, en los que dejaba frases como “Auxilio, quieren acabar conmigo”, “Me van a eliminar, no lo permitas”, “Ayúdame a vivir, yo lo hago por ti”. Con ellos buscaba generar conciencia, a la vez de alzar su voz de protesta ante tan indiscriminados actos.

“Cuando transformaron la Catedral, también me opuse a que eliminaran un árbol de aguacate que estaba justo frente a la plaza Bolívar; insistí en que no era necesario tumbarlo para lograr su objetivo, sin embargo, lo derribaron, al igual que la mata de mango muy frondosa que estaba en la Polar”.

Su talón de Aquiles

Aunque todo el ambiente tiene un alto nivel de importancia para este gran hombre, los árboles representan un componente vital. “Yo pienso que el verdadero rey de la selva es él, de hecho, sin los árboles no existiría selva. Hasta el agua depende de él, para secar un manantial o un río solo hay que quitarle los árboles de la cabecera, el sol los destruye porque no hay sombra que los proteja”.

Luego de la campaña de avisos que hizo, comenzó a ser un poco más radical, en busca de ayuda y soluciones. Comenzó a hacer denuncias ecologistas en radio y prensa, allí su preocupación radicaba en el ruido y el humo que invadían a Los Teques y que la estaban haciendo irrespirable.

Manifestó su descontento ante la indiferencia de muchos con la tala de árboles y la contaminación de las quebradas. “Los árboles requieren un tratamiento fitosanitario para protegerlos de los muérdagos, nadie se ocupa de eso, no comprenden el filtro tan necesario que ellos hacen para que podamos respirar aire limpio”.

También hizo referencia a la necesidad de unos y la ambición de otros. “El ambiente lo destruyen dos grupos humanos antagónicos, los pobres por necesidad de vivienda y los ricos por ansias de riqueza”.

Conciencia y acción

Además de su labor como ambientalista, Nexans se capacitó profesionalmente en dos importantes áreas. “Soy intérprete público y Licenciado en Educación egresado de la Unesr. Lo primero se refiere a traducciones legales inglés-español y viceversa. En lo segundo he dictado clases de Protección Jurídica del Ambiente y de Ecología”.

Actualmente, lleva adelante un interesante foro denominado La Tierra en Crisis. Explicó que cualquier comunidad o institución interesada en realizarlo puede solicitarlo de manera gratuita al número (0416) 495.31.75 o al correo lunexal@hotmail.com.

“Allí podremos debatir durante hora y media, con un mínimo de 20 personas en un espacio adecuado, acerca de interesantes temas de impacto local y mundial”.

Consciente del poder y el alcance de las redes sociales y el internet, ha emprendido una campaña digital a través de Youtube, donde periódicamente sube videos que buscan hacer un llamado y extender alertas ante graves situaciones. “Ha gustado mucho uno que cargué sobre nuestra Cueva del Indio, así como también el de Cenizas en la Selva, los cuales invito a ver, queda aún mucho por hacer porque todo espacio natural es rescatable”.

Finalmente, señaló que todos los seres humanos deberíamos ser ambientalistas, porque tenemos que proteger nuestro hábitat; es muy lamentable que seamos los principales responsables de su destrucción. “Protejamos nuestros árboles, que son verdaderamente importantes para la vida, sobre todo en las ciudades”./Maribel Sánchez/ac/Foto:  Daniel Linares/