“Esperaba que el salario mínimo aumentara un poco, a muchos nos cancelan a través de bonificaciones y por ende todo lo que son las prestaciones y otras liquidaciones se calculan en base a esto, pero como quedó igual, seguimos percibiendo una ganancia de comiquita por esa parte”, señaló Yoneidy Salas, quien trabaja en una empresa privada.

Solo el 3% del sector privado percibe una cifra anclada al salario mínimo de acuerdo con las estadísticas de la consultora Mercer, por lo que el ajuste sería realizado únicamente a los cestaticket, que alcanzaron los $40.

Indicaron que muchas empresas tendrán que hacer un ajuste completo para alcanzar el equivalente a la indexación del bono de alimentación, a pesar de que las remuneraciones en promedio en distintas empresas privadas ya superaban los Bs.1.000.

“Cualquier cosita es ganancia, pero ciertamente es mucho menos de lo que necesita una persona. El bono de guerra económica no aplica para nosotros y el de alimentación nunca nos ha sacado de apuros, muchos continuamos dependiendo las remuneraciones que percibimos por proyecto o por asignación particular”, agregó Salas./DB/at