“Vivimos en un constante temor de salir o llegar a la casa pasadas las seis de la tarde, pues cae la noche y los delincuentes hacen de las suyas. A uno le cuesta mucho tener un teléfono, un par de zapatos para que venga una persona que no prospera en la vida y se lo quite”.
Este es el testimonio de un vecino que alerta sobre la inseguridad que reina en las calles, Páez, Guaicaipuro y Junín, donde los robos y arrebatones son recurrentes sobre todo en horas nocturnas.
Indicó que una de las razones por las cuales los malandros actúan a sus anchas es por la falta de iluminación. “Nos sentimos arrinconados por el hampa. Es urgente la intervención de los cuerpos policiales”./GC/rp Foto: Yuliettsha Molina