Keith Rowley, primer ministro de Trinidad y Tobago, rechazó este viernes que se califique como asesino la muerte del bebé venezolano luego que de la Guardia Costera disparara en contra de un bote con más de 30 migrantes, pues a su juicio, la acción fue “legal y apropiada”.
“Esa acción legal, esa acción apropiada para defender a Trinidad y Tobago, resultó en la muerte de ese niño y en ser llamado asesino. Lo rechazo, lo rechazo, y lo rechazo”, expresó en declaraciones ante los medios de comunicación.
Aseguró que hasta el momento desconoce la identidad del oficial que apretó el gatillo. “Pero sé que ese oficial sentiría el dolor de saber que el resultado de esa acción”, añadió.