“Será difícil ver tu pupitre y que no estés”, “Cuídanos desde el cielo” y “Vuela alto con tu papagayo”, le dijeron sus compañeros de clase durante un merecido homenaje en la UE Ramo Verde. Vecinos exigen pena máxima para el efectivo Joan Villamizar (27), quien le disparó con un fusil AK-103

La inocencia de todos sus amiguitos murió junto a Leonel Piñango Ordóñez (12), pues a temprana edad deben lidiar con la pérdida violenta de un ser querido. “Será difícil ver tu pupitre y que no estés”, “Cuídanos desde el cielo” y “Vuela alto con tu papagayo Leito”, le dijeron sus compañeros de clase durante un merecido homenaje en la unidad educativa Ramo Verde.

Niños del grupo ambientalista Simón Bolívar también manifestaron su pesar por la pérdida de su compañero, quien era muy querido por la comunidad. “Leito siempre hacía papagayos y se los regalaba a sus amigos. Desde muy pequeño mostró interés por los juegos tradicionales como trompo y perinola, era un muchacho sano que murió injustamente”, destacó Carlos Villamizar, vecino de la localidad.

Por su parte, Patricia Ledezma, habitante de Ramo Verde, relató: “Ese niño era un amor y todos le teníamos mucho aprecio. Siempre le pedíamos un mandado y él iba feliz, aún no puedo creer que esté muerto. Creo en la justicia divina porque la terrenal es efímera”.

Cientos de lugareños acudieron al último adiós de “Leito”, como cariñosamente lo llamaban, cuyos restos fueron enterrados en el Cementerio Monumental de Los Teques. Como se recordará, Leonel fue asesinado por un efectivo de la Guardia Nacional, cuando volaba pagayo en los alrededores del Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF).

Versiones policiales indican que el efectivo Joan Manuel Villamizar Carrillo (27) se encontraba tras la pista de una prófuga conocida como “La Macarena”, aunque la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, negó la fuga de cuatro privadas de libertad. El funcionario fue presentado el sábado ante el Ministerio Público, donde la fiscal 12º, Mónica Brito, lo imputó por homicidio intencional y uso indebido de arma orgánica.

Villamizar, quien disparó con un fusil Kalashnikov AK-103, permanece recluido en el Centro Nacional de Procesados Militares (Cenapromil) en Ramo Verde; en tanto, familiares y amigos del pequeño exigen pena máxima para el imputado, pues consideran que se trató de un asesinato por motivos fútiles e innobles. “No había manera de que lo confundiera con una presa, el monte estaba bajito. Exigimos justicia, ya basta de tanta impunidad”, sentenciaron las maestras del niño, quienes prefirieron no identificarse. /Andreina Ibarra/Foto: Eduardo Aguilar