El funcionario, de apellido Álamo, irrumpió en estado de embriaguez en uno de los baños, se abalanzó sobre la mujer diciéndole que le gustaba mucho y que sabía que era inocente. El esposo de la víctima formuló la denuncia ante la Fiscalía
Tras el colapso de las tuberías de aguas negras en los calabozos de la comandancia de la Policía de Miranda, en la avenida Bicentenario de Los Teques, las privadas de libertad deben asearse diariamente en los baños dispuestos para las funcionarias de guardia.
Este sábado 13 de septiembre, a las 10:00 de la mañana, Elismirda Alcalá Figuera (29) fue la última en ducharse. Según el relato de la mujer, apenas acababa de vestirse cuando un supervisor agregado de apellido Álamo irrumpió en el baño, en presunto estado de ebriedad, y se abalanzó sobre ella diciéndole que le gustaba mucho, que era muy bella y que él sabía que era inocente.
Tras un intenso forcejeo, Elismirda se zafó como pudo y salió corriendo hasta su celda, donde rompió en llanto en medio de una crisis nerviosa. No fue hasta el final de la tarde, cuando otro supervisor hizo el conteo de los reclusos y le preguntó que era lo que había sucedido, pero la mujer no se atrevió a contar nada por temor a represalias.
A las 5:00 de la mañana, Alcalá aprovechó que Álamo no se encontraba en los calabozos y le contó al resto de los funcionarios lo que éste intentó hacerle, por lo que inmediatamente notificaron el caso a la Oficina de Control de Actuación Policial (OCAP). Así lo relató Eduardo José Bermúdez, esposo de la víctima, quien ayer formuló la denuncia ante la Fiscalía de Derechos Fundamentales por intento de abuso sexual.
Cabe destacar que la mujer resultó detenida el 6 de agosto, en las inmediaciones del centro comercial Paseo Mirandino, por presunto tráfico de municiones, por lo que recibió medida privativa de libertad durante los 45 días de investigaciones estipulados por la ley.
La OCAP entrevista a los uniformados
Elisio Guzmán, director de la policía regional, informó que efectivamente se abrió una averiguación y están dispuestos a agotar todos los recursos para dar con la verdad. “La detenida se negó a salir del baño tras agotar el tiempo estipulado para su aseo diario, por lo que se registró un altercado con el funcionario, a quien posteriormente denunció. No obstante, la OCAP entrevista a los policías de guardia y a los privados de libertad para determinar las responsabilidades del caso”.
Guzmán sentenció que en caso de comprobarse una irregularidad en la actuación del efectivo, ejercerán las sanciones correspondientes, pues es primera vez que se efectúa un denuncia de este índole en cuanto al resguardo de los reclusos se refiere./Andreina Ibarra/cg/Foto Felix Laucho/
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