La pandemia y la inactividad productiva genera angustia

RONALD PEÑARANDA

“Estamos cumpliendo con las medidas sanitarias y preventivas impuestas por el gobierno peruano. Somos extranjeros y no podemos exponernos ni a enfermarnos ni a que nos metan presos por no acatar el toque de queda y menos una multa que en estos momentos no tendríamos cómo pagar”.

De esta forma se expresa Thamara Yelitza Betancourt, una caraqueña, que lleva un año viviendo en Lima y comparte con el diario Avance su amarga experencia de estar fuera de su amada Venezuela enfrentando la crisis generada por el Coronavirus.

Aunque su mayor preocupación es la propagación de la pandemia y las víctimas mortales que sigue dejando, otros temas como el empleo, el pago de alquiler y de servicios públicos le generan muchísima angustia.

Ella vive con su pareja, otro caraqueño, de 38 y los dos  llegaron a Perú con la meta de tener mayor calidad de vida y ayudar a sus familiares que aún quedan acá.

“Yo me desempeño en el área de belleza, no dependo de un sueldo sino de mi trabajo a diario. Acá se deben pagar los compromisos que antes te mencioné. Con respeto a este tema el gobierno de Martín Vizcarra aún no se ha pronunciado. Igualmente estamos pagando el arriendo de la casa donde vivimos y los servicios”, cuenta vía Whatsapp, esta mujer que el próximo primero de abril se convierte en una señora de las cuatro décadas.

Agrega: “Los ahorros se acaban, las metas se detienen, por mi parte tengo un proyecto de abrir mi propio salón de belleza y tengo en mi habitación todos los muebles que compré arrumados y pensando cómo haré para empezar de cero. Ya hay muchos paisanos por redes sociales que expresan sus deseos y decisiones de regresar a Venezuela pasada toda esta situación. En mi caso no he contemplado esa opción”.

Su compañero sentiminal se desenvuelve laboralmente en el área de transporte de mercancía. “En principio pensamos que él quizás podía seguir trabajando, porque se había dicho que este ámbito seguiría funcionando con normalidad”.

 “Él fue un solo día junto con su jefe y su compañero pero no pudieron seguir trabajando debido a q ellos transportan  material peligroso  corrosivos, inflamables y estos obviamente no entran en el rubro para ser transportados así que ambos estamos confinados”.

Subraya quue hasta ahora “no sabemos si él podrá cobrar.  El gobierno anunció que las empresas iban a ser subsidiadas con 30% para que le pagarán a sus trabajadores, entonces estamos a la espera, ya que él sí labora en una compañía”.

Con apenas 30 soles en su cuenta

Pero hay otra situación que le genera más nerviosismo a Thamara, es que al dejar de producir no tiene cómo velar por la estabilidad económica de los parientes que siguen en este país.

“Tenía a mi padre en Caracas, pero antes de la cuarentena debió viajar al estado Bolívar. Mi gran preocupación es que es un señor de 66 años con problemas del corazón, la tensión y ahora solo por allá”.

Paralelamente está su hijo adolescente que también está en Bolívar junto a su tía, la hermana mayor de Thamara. Su hija hembra de 20 años se encuentra en Barranquilla (Colombia), sufre de artrosis, “supongo que es vulnerable a ese virus”.

“Mi mamá y mi hermano también están en Colombia. Como ves todos estamos dispersos. En estos momentos se me hace muy cuesta arriba cumplir con el motivo que me hizo abandonar mi país”.

Confiesa que en la actualidad tiene en su cuenta 30 soles que al cambio son Bs. 690 mil, “eso ni allá ni acá es nada”.

Hasta este sábado el Covid-19 había dejado 16 muertos y 671 contagiados en la nación inca. Una encuesta realizada por la empresa Equilibrium dirigida a la población venezolana migrante en Perú reveló que 33% connacionales se quedaron sin empleo y el 75% señala que las medidas adoptadas por Vizcarra frente el Covid-19 no cobijan a migrantes.