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Venezolanos en Quito se endeudan para mantenerse

LUIS FIGUEREDO

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Periodistas de Avance

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Piensa que ningún país estaba preparado para una pandemia

ILDER MAESTRE

Ante la pandemia por la enfermedad de la Covid-19 a partir del 12 de marzo de 2020, el gobierno de Ecuador decidió proceder a la suspensión de clases, eventos masivos y cuarentena a extranjeros que estaban de paso en la región, como medida de prevención.

Ese mismo día, a través de una cadena nacional, el presidente Lenín Moreno, anunció las medidas para prevenir los contagios en el país. En general, durante marzo, se emitieron recomendaciones para cuidar a un paciente positivo en el hogar, siempre que no necesitara atención hospitalaria.

El 17 de marzo el Gobierno nacional declaró toque de queda, y restricción vehicular con la terminación del número de placas, el mismo dependía del día para la libre circulación. De igual forma, se aplicó el cierre de fronteras internacionales por vía aérea, marítima y terrestre.

Luis Figueredo, es un venezolano graduado de Ingeniería Eléctrica, oriundo de Aragua de Barcelona (Anzoátegui), que vive actualmente en Quito (Ecuador) desde el año 2018 y actualmente se desempeña como electricista para una empresa independiente.

“Mi esposa y yo nos vinimos con la intención de cumplir ciertas metas, aquí nació nuestro primer hijo. Una de nuestras primeras metas era conseguir un trabajo que nos hiciera independientes, cosa que cumplimos, además de viajar y conocer. La situación en Venezuela estaba mal desde hace muchos años y por lo tanto siempre nos encontramos en la búsqueda de mejores oportunidades”, señaló al Diario Avance vía Whatsapp.

Afirmó que a propósito de esta situación tienen dos meses de retrasos en el paso del alquiler y servicios básicos, pero que han corrido con mejor suerte que muchos otros migrantes venezolanos. “Los arrendatarios, son excelentes personas, el acuerdo al que se llegó es que en cuanto me depositaran el sueldo cancelaré parte del alquiler, según lo que debemos y cobremos, por ahora no tenemos ningún tipo de problemas con el apartamento”.

“Me hicieron un abono por parte de mi jefe que no alcanzó para mucho, entonces un amigo, también venezolano, corre con los gastos y me estoy endeudando, pues es quien compra la comida y me anota la mitad de los gastos”, explicó.

Detalló que “mi dinero es para comprar cosas de aseo personal, alimentos y también los gastos de mi esposa e hijo. Este país es muy bonito, lleno de playas, montañas, volcanes. Pienso que no hay nacionalidad mala, sino malas personas, los ecuatorianos son buenos, solo que hay un grupo que dice que los venezolanos somos una carga para ellos”.

“El confinamiento poco me afectó, en cambio para mi esposa e hijo si ha sido un cambio drástico, yo mayormente voy a hacer las compras al mercado y luego me devuelvo a mi hogar a compartir con mi familia, es una rutina diaria. A veces me afecta porque tengo la necesidad de ir a trabajar pero por otro lado paso mas tiempo con mi allegados”, relató.

Sobre las medidas de salud que implementó el Gobierno manifestó que “hasta que comenzó lo de la Covid-19 era un país muy bueno en cuanto al sistema de salud, pero con esta cuestión creo que ningún país de Sudamérica estaba preparado para una pandemia”.

“Ahorita todo el sistema de salud público está colapsado, porque aquí ya superamos los 24.000 casos de contagiados, incluso también pasa en países desarrollados, en un sistema gratuito que sufre un desborde nunca antes visto de enfermos”, argumentó.

Sobre qué ocurrirá después de la cuarentena dijo que “creo que todo se va a normalizar, dentro de poco se va a comenzar a trabajar a medio tren, siempre y cuando las personas cuenten con permiso, salvoconducto y protección como guantes y mascarilla”.

“En mi caso no sé si me llamen para trabajar todavía, creo que todo va a volver como antes, paso a paso, y ahí van a ver cómo es el comportamiento de la pandemia y tomarán la decisión de si devuelven a las personas a sus casas o si alargan el permiso de trabajo”, puntualizó.

Enfatizó que “después que todo esto pase mi fuente de trabajo no está en peligro, aunque mi sueldo no es fijo porque depende de lo que yo trabaje, aquí es una realidad que no pagan a tiempo, sin embargo a veces el resto del dinero se me acumula lo que me genera un pote de ahorro o reservas de la cual pienso vivir cuando pase la pandemia y comiencen a pagarnos, y con ese dinero cancelar todas mis deudas”. /ya

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