Caribes demostró buen nivel a lo largo de la zafra.
Con la derrota de los Caribes de Anzoátegui, primer lugar invicto de la ronda regular de San Juan 2015, se aseguró que por tercer año seguido, es decir, desde que se implementó el actual formato, el mejor equipo de la primera fase no sería el campeón. Cuando un equipo que termina con 1-3 (Pinar del Río, Cuba) en una primera fase le gana a otro con 4-0 en un partido de vida o muerte, surge inevitablemente la siguiente interrogante: ¿Es un sistema justo?
“Eso es algo que no está en mis manos, ni está en las manos de los peloteros tampoco”, dijo el Manager del Año 2014-15 en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, Omar López. “Esto es prácticamente igual a que cuando nosotros terminamos en Venezuela con el primer lugar con 39 victorias y el 2 de enero (para los playoffs) estábamos comenzando de cero; ya no valían nada las 39 victorias”.
Entiendo la difícil posición en que se encontraba la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe hace tres años. Las críticas sobre el formato del todos contra todos de seis días eran bien fuertes. Y es reconocible que los juegos de muerte súbita, además de la participación de equipos cubanos, le han brindado más emociones y más intriga al evento.
Sin embargo, parece injusto ver que los equipos que hayan sobresalido en la fase regular de cualquier torneo se vean obligados a jugárselo todo contra escuadras de menor destaque. A lo mejor es una actitud que no va acorde con los tiempos modernos. El cambio de formato de la Serie del Caribe, representa un ajuste a la evolución de los eventos de mayor importancia. Lamentablemente, este año Venezuela y los Caribes fueron víctimas de esa modernización.