En otros tiempos, concesionarios de varias marcas instalados en los Altos Mirandinos, tenían distintos tipos de autos para la elección del cliente, aunado a la facilidad que representaba adquirir vehículos, mediante créditos otorgados por entidades financieras o simplemente los ahorros de todo un año de un trabajador promedio.
Sin embargo eso quedó en el pasado, y la dolarización implícita de la economía venezolana, ha traído una nueva modalidad de negocios, que consiste en adquirir carros con defectos o chocados, para repararlos y su posterior reventa a un precio muy por encima de lo que en un principio costaba.
Por ejemplo un carro de segunda mano (Renault Clío sincrónico año 2.000) tiene un precio de 2.000 dólares, Mitsubishi Touren año 2.009 se ubica en 5.000 dólares, y un Toyota Corolla automático año 2.013 esta en 15.000 dólares.
A estas alturas desapareció por completo las transacciones de compra y venta en bolívares soberanos.
Una moto usada, Bera año 2.015 de 150 cc cuesta 450 dólares, modelo Speed año 2.011 en 400 dólares y Skygo año 2.012, unos 450 dólares.
También surgió la opción de comprar carros chocados, sin transmisión o caja, latonería y pintura en mal estado u otros detalles como falta de batería donde la reinversión varía según los requerimientos.
Una batería nueva de paquete está por el orden entre 80 y 100 dólares, trabajos de latonería y pintura (depende del problema o choque) van desde 30 hasta 350 dólares, y cauchos (según el rin) a partir de 60 dólares.
Comprar un carro chocado de una procedencia de años (2005-2010), sin caja de velocidades, chocado en una parte posterior de la puerta, mas un trabajo de latonería y pintura completa se podría calcular que entre 600 y 800 dólares (solo la inversión) para obtener un 40% de ganancias, el cual se negociaría entre unos 3.000 y 3.500 dólares./IM/rp / Fotógrafo: Ángel Pérez