Un numeroso grupo de manifestantes se enfrentó ayer a la policía antidisturbios belga con adoquines, piedras, huevos y otros objetos durante una marcha convocada contra las políticas sociales y laborales del nuevo Gobierno federal, a la que han asistido unas 100.000 personas, según fuentes policiales.

La manifestación, que comenzó a las 12:00 hora local en la estación de trenes del norte de Bruselas, recorrió las calles del centro de la capital hasta llegar a la estación del sur, donde se produjeron los enfrentamientos.

 El cordón policial desplegado en esa estación respondió con gases lacrimógenos y agua a presión para dispersar a los manifestantes violentos, que no cesaron de encender petardos y bengalas durante todo el recorrido de la manifestación, convocada por los tres grandes sindicatos belgas.

 Entre los incidentes registrados, algunas personas han volcado un vehículo en mitad de la carretera, han prendido fuego a papeleras y han causado numerosos desperfectos en la calle.

 El frente sindical formado por los cristiano demócratas del CSC, los socialistas del FGTB y los liberales del CGSL convocaron la manifestación en contra del acuerdo alcanzado por los partidos que lograron la coalición de Gobierno y que incluye reformas en las pensiones o paralizar la indexación salarial anual, entre otras medidas.