Periodismo de Soluciones

Zapata es la inspiración del dibujante Carlos Espinoza

carlos-espinoza

Publicidad

Picture of Por:
Por:

Periodistas de Avance

Comparte esta noticia

Asegura que dibujar sonrisas es su especialidad

En la urbanización El Encanto de la ciudad de Los Teques, vive un joven emprendedor de talento sin igual, que inspirado en el recordado y reconocido caricaturista Zapata, ha llevado los trazos del dibujo más allá de lo convencional, porque evade el realismo para dar paso a la magia de la imaginación.

Carlos Espinoza es un muchacho de tan solo 25 años, que se inició en el arte del dibujo a muy temprana edad, cuando por cierto empleaba resmas y resmas de papel, así como muchísimos creyones y marcadores.

“Desde que tengo uso de razón me gusta dibujar, mis diseños decoraban siempre la puerta de la nevera de mi casa. En la escuela y el liceo era al que siempre ponían a ilustrar las láminas para las exposiciones; mientras muchos calcaban, yo creaba desde cero, proyectando lo que fabricaba mi mente”.

Aseguró que todo aquel que tenga madera puede desarrollarse como artista plástico, ingeniero civil, arquitecto, diseñador gráfico y muchas áreas más, pero para él ser caricaturista y con ello conseguir sonrisas es, según sus propias palabras, lo que le nutre el alma.

“Yo creo que todo el mundo es dibujante, todos tenemos la capacidad de hacerlo. Pienso que en mi caso es algo que llevo arraigado, aunque todo niño traza y con ello transmite lo que imagina, solo se queda hasta allí. Yo decidí hacerlo parte integral de mi vida, porque lo disfruto muchísimo”.

El señor Pedro Espinoza, tío de Carlos, también influyó mucho en la pasión que hoy le mueve. “Recuerdo que me sentía feliz en su taller de trabajo, es un gran caricaturista que a sus 80 años está muy activo y además realiza fantásticas artesanías con todo lo que se le atraviese”.

Provechoso descubrimiento

Una vez que entró en el IUT Dr. Federico Rivero Palacios, incursionó en el área de Electricidad. Al preguntarle el motivo, nos dijo que no sabe por qué lo hizo; y precisamente por ello más adelante decidió cambiar de carrera, pero acotó que su paso por allí estuvo lleno de anécdotas en su faceta como caricaturista.

“Yo me sentaba a dibujar en cualquier ladito, sobre todo en las áreas verdes que predominan en la universidad, me encanta crear al aire libre, siento paz y mucha buena vibra. Una vez que mis compañeros supieron lo que hacía, me compraban con empanadas, es decir, pedían que los retratara o les hiciera una caricatura a alguien especial y a cambio me pagaban con eso porque me fascinan. Así descubrí que podía hacer de mi talento un negocio, porque ese trabajo merece un valor”.

Así fue como se decidió a estudiar Diseño Gráfico, y obtuvo su título como TSU en el Colegio Universitario Monseñor Talavera de La Castellana. “Muchas de las cosas que aprendí en la carrera las apliqué a mis caricaturas, fue una fusión interesante”.

Su propio universo

Así como los chefs disfrutan del mundo que construyen en torno a su cocina, él se siente plenamente feliz cuando está plasmando en hojas todo su talento. “Dibujar me relaja, a través de eso me puedo expresar haciendo algo muy propio. Es mi momento, mi espacio, una catarsis total y me satisface completamente a modo personal porque representa todo lo que soy”.

La vanguardia tecnológica tuvo un importante impacto para Carlos. “Cuando descubrí el Photoshop fue una maravilla, ver que podía hacer muchas cosas más allá del lápiz y el papel a través de lo digital fue fantástico; generaba más detalles con nuevas técnicas y logré incorporar nuevas cosas, como por ejemplo la ilusión de movimiento en la imagen”.

Sólo cinco minutos le son suficientes para con marcadores y papel elaborar una caricatura, mientras que digitalmente se dilata un poco más porque implica más detalles. “Tengo la libertad de deformar las cosas que plasmo, las manipulo, me salgo del contexto. El target de lo digital es mucho más amplio y me lleva a explorar nuevos campos y eso me gusta aún más, generalmente trabajo con Ilustrator, PhotoShop y After Effect”.

Del dicho al hecho

Actualmente trabaja como diseñador gráfico en la oficina de Socialización del Conocimiento Científico del IVIC, a la par que impulsa su propia marca denominada C8Pro. “Allí tengo la página www.c8pro.com.ve, donde oferto servicios caricaturísticos, diseño gráfico, animación e ilustración que pueden ser llevados a material P.O.P. En ese portal pueden encontrar mi portafolio aliado a mis redes sociales”.

Carisma, emprendimiento y talento hacen parte de la personalidad de este joven tequeño, quien a través de su marca ha logrado implantar un servicio innovador. Acude a todo tipo de celebraciones o eventos sociales y allí realiza caricaturas individuales o en grupo, tal como una foto, pero con el sello original de Carlos Espinoza.

Ha participado en importantes eventos a nivel nacional como el Caracas Comic Con desde el 2013 y nuevamente en noviembre dirá presente. También ha trabajado para Cines Unidos, donde por ejemplo, durante el estreno de Kung Fu Panda, realizaba caricaturas a los invitados VIP.

Sonrisas a granel

Aseguró que gusta de poner su toque personal a cada diseño y que no las hace tal como las ve, por eso es que su tendencia es hacia lo caricaturesco. En esa onda, explicó que le gustan los personajes tiernos a los que puede exagerarles simpáticamente algunos rasgos, tal como cuando dibuja también a las personas face to face.

“Cuando pude dibujar a una persona real en vivo y directo, hace como nueve años, obtuve una respuesta que me atrapó completamente. Tras verse reflejada en el dibujo, sonrió muchísimo porque lo vio muy gracioso y lo disfrutó tanto como yo, alegrar a la gente me mueve y decidí volverlo un trabajo”.

Es tanto el significado que la risa tiene dentro de la vida de Carlos, que también labora como payaso de hospital desde hace tres años con la asociación Tequeyaso, la cual representa la labor de Doctor Yaso. “El valor más grande que promuevo a la sociedad es la felicidad, procuro que las cosas fluyan partiendo del ejemplo que pueda dar”. “Cuando estoy en los centros de salud dibujo a la gente y ellos gozan mucho con eso, más aún porque viene de un payaso que es causante de sonrisas. Esa felicidad que causo en cada paciente es gratificante para mí”./Maribel Sánchez/ac/Foto: Alejandra Ávila

 

Noticias relacionadas